Señor Director:

El comentario surge a raiz del artículo: Tensión en el FA ( Radio. Uchile).

Bueno esto está claro, es una maniobra de la UDI de pe a pá.

Por otro lado hay que hacerse la pregunta : ¿Es el FA la fuerza alternativa al cambio generacional de la política?

La cuestión es que todo el espectro político derechista está representado en todos los partidos vigentes de la política chilena.

Se está dando el fenómeno desde la ultraderecha llegando a centro derecha, con el agravante que partidos de la centroizquierda también cobijan en su seno tendencias de derecha, en donde sus líderes reclaman salir desde una izquierdización contraproducente, léase DC-PPD.

Entonces queda hacerse la pregunta : guarda en su seno el FA alguna tendencia de izquierda?

Compárese con el PODEMOS de españa que sí es definitívamente de izquierda en un contexto neoliberal.

¿Es Revolución Democrática un partido de izquierda?

Quienes hayan estado en el evento de aniversario de los doscientos años del natalicio de K. Marx habrán podido apreciar la ausencia casi total del FA en este, eso da algo que pensar y decir.

Por lo demás, ¿asistió gente del PC al evento? Quienes se digan de izquierda tienen que cumplir esa premisa, ser marxistas en lo ideológico en teoría y en la acción, que no basta parecerlo hay que serlo.

El FA se encuentra en ese momento, el de la definición. Lo que es peor RD es el que mueve los hilos al interior del frente, que hacen y deshacen marginando a gente como A. Mayol, y el alcalde Sharp.

No tiene sentido crear otra fuerza de centroizquierda que terminará derechizandose, eso ya lo hemos visto.

Por eso estamos constatando que el FA es feble en lo ideológico, y endeble en lo estructural, que no le llega ni a los talones al trabajo que han desarrollado Irene Montero y Pablo Iglesias en España, que sí son una fuerza de izquierda, que a lo más se convertiría en una fuerza de centroizquierda bajo el influjo del PSOE en caso de lograr algún pacto de gobierno bipartita que es lo que España estará reclamando después de este dudoso gobierno de P. Sanchez cuyo norte es la alternatividad con el PP, la cual los trabajadores españoles desechan abiertamente.