El próximo presidente de México aseguró que trabajará para desterrar la corrupción, un fenómeno que según la autoridad, no es cultural, sino que producto de un régimen político en decadencia.
Andrés López Obrador con un 53,8 por ciento de los votos consiguió un triunfo histórico para la izquierda mexicana. Quien sucedió en votación a AMLO mantuvo un distancia de 31 puntos, lo que le dio la mayoría simple que necesitaba para ser presidente.
Por su parte, Ricardo Anaya, candidato del Partido de Acción Nacional de la centro derecha y el Partido de la Revolución Democrática obtuvo cerca de 22 por ciento del respaldo.
En tercer lugar quedó el candidato del oficializó, Partido Revolucionario Institucional, José Antonio Meade con un 16 por ciento de los sufragios. Este fue seguido por el independiente Jaime Rodríguez Calderón con poco más del cinco por ciento de los votos.
Con un 63 por ciento de participación, un récord histórico, asumiendo que en Chile solo participa un treinta por ciento del padrón electoral, Andrés Manuel López Obrador, triunfó y en sus primera palabras como presidente dijo que “La paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. Elaboraré un plan de reconciliación y de paz para México que aplicaremos desde el principio”.
Para tranquilizar a la derecha, Obrador aseguró que en su gobierno habrá respeto a la institucionalidad y a las leyes, que habrá ” libertad de empresa, expresión, de asociación y creencias”.