Señor Director:

Leí recién su carta de despedida.

Creo que los agradecidos somos nosotros por poder contar con nuevas instancias y espacios de opinión y manifestación cultural. Espacios donde la noticia busca la variedad de miradas, donde se tratan de forma honesta temas que nos involucran a todos. En especial, agradezco darle voz a quienes en otros medios son silenciados.

En lo personal, parto el día escuchando las noticias y sus opiniones en la radio, agradezco la honestidad en comunicar lo que piensa y, claro, comparto en su mayoría lo que plantea, aunque con diferencias propias del pensamiento de cada uno. Su trabajo tiene una trayectoria de muchos años y un peso mayúsculo en la prensa y en la cultura del país. Mayor relevancia adquiere en un entorno donde los medios los monopoliza el empresariado.

Espero que los años por venir sean para usted de mucha dicha y armonía junto al cariño de su familia y amigos. Y, además, de mucho provecho junto a la música y los libros que, no creo, dejen de acompañarlo.

Me tomo la libertad de escribirle, y hasta la patudez quizá, pero lo hago a la persona que por muchos años no solo escucho sus comentarios en la radio, lo que ya lo convierte en alguien cercano para mí, sino también en el director de un medio de tanta diversidad cultural, como pocos en nuestro país. Desde las noticias, la música, la salsa, el Brazil, los comentarios sobre temas internacionales, la literatura, las temáticas femeninas, el folklore, la salud, en fin.

Gracias maestro, por su honestidad en el trabajo, que se nota en la calidad de los programas logrados y en sus comentarios.