Sr. Director

Entiendo perfectamente la complejidad del tema de las pensiones de vejez, vinculado en lo esencial al envejecimiento “acelerado” junto a la disminución también “acelerada” de la natalidad en nuestra población.

Un aspecto del problema que no lo he visto tratado, al menos en los medios, es el siguiente: se incentivará prolongar la vida laboral, lo que permitirá acumular un fondo mayor, el que deberá financiar un menor número de años. Sin embargo, si uno mira los índices de cesantía, observa que ésta es mayor entre los jóvenes, y ésta prolongación de la vida laboral, hará disminuir el “tiraje de la chimenea”, y probablemente agravará la cesantía de los jóvenes.

Cuando pregunto a los jóvenes por qué se “emparejan” sin casarse, con frecuencia responden que es porque “no hay (o no tengo) pega”.

Indagando un poco más, me he formado la impresión que casarse es formar familia, es decir tener hijos, y el emparejamiento no conlleva intrínsecamente este significado.

En consecuencia, si estoy en lo correcto, la prolongación de la vida laboral, acelerará aún más, la disminución de la natalidad.