“La proporción de personas en situación de pobreza extrema continuó creciendo, siguiendo la tendencia observada desde 2015”, dijo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) al presentar, en Santiago, su reporte anual ‘Panorama Social de América Latina’.
La tasa de pobreza extrema pasó del 9,9 por ciento de la población en 2016 al 10,2 por ciento en 2017, equivalente a 62 millones de latinoamericanos, y la tasa de pobreza -medida por ingresos- se mantuvo estable, en el 30,2 por ciento de la población, equivalente a 184 millones de personas.
“Aun cuando la región logró importantes avances entre la década pasada y mediados de la presente, desde 2015 se han registrado retrocesos, particularmente en materia de pobreza extrema”, alertó Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la Cepal, en rueda de prensa.
La #pobreza en América Latina se mantuvo estable en 2017, pero aumentó la pobreza extrema, alcanzando su nivel más alto desde 2008, mientras que la #desigualdad se ha reducido apreciablemente desde 2000, informa hoy la #CEPAL. https://t.co/VbbRfbzGwF pic.twitter.com/pNySyjKF7y
— CEPAL (@cepal_onu) 15 de enero de 2019
Según las proyecciones de la Cepal -un organismo técnico de Naciones Unidas con sede en Santiago-, en 2018 la pobreza bajará al 29,6 por ciento de la población, lo que equivale a 182 millones de personas (dos millones menos que en 2017), mientras que la tasa de pobreza extrema se mantendrá en el 10,2 por ciento, de la mano de un esperado crecimiento del PIB regional, que se expandiría 1,2 por ciento, levemente por debajo del año previo. Para 2019, en tanto, la economía de América Latina crecería 1,7 por ciento.
Variaciones según lo países
Para la Cepal, las personas en situación de “pobreza extrema” son las que viven en hogares con ingresos per cápita inferiores al costo de una canasta básica de alimentos. Es decir, que ni siquiera destinando todo su ingreso a la compra de alimentos satisfarían esa necesidad. La línea de la pobreza y la pobreza extrema varía en cada país.
Uruguay, de acuerdo a las estimaciones de la Cepal -que revisó para este informe sus mediciones de pobreza- es el país que registra un menor porcentaje de pobreza, con un 2,7 por ciento de su población viviendo en esta condición, mientras que el gobierno del propio país aumenta esta cifra al 7,9 por ciento.
El organismo de las Naciones Unidas explica que la baja en Uruguay es producto de las pensiones y transferencias recibidas por los hogares de menores recursos, el mismo modelo adoptado por Costa Rica (15,1 por ciento) y Panamá (16,7 por ciento).
Chile, con un 10,7 por ciento (frente al 8,6% de la medición oficial), es el segundo país con menor pobreza de la región; una disminución que estuvo asociada al aumento de los ingresos laborales en los hogares de menores recursos. “Esto corrobora la importancia de dotar de más recursos a la población en situación de pobreza, combinando el fortalecimiento de los ingresos laborales con la provisión de transferencias públicas y el fortalecimiento de los sistemas de protección social”, dijo la Cepal.
Brasil, que sale de una recesión, alcanzó una tasa de pobreza del 19,9 por ciento, de acuerdo a las estimaciones de la Cepal, que no entrega cifras de pobreza para Venezuela, el país con el peor desempeño económico de la región, con una caída del PIB del 15 por ciento durante 2018.