“Podemos confirmar que no habrá anfitrión”, dijo un portavoz de la Academia del Cine de Estados Unidos, sin entrar en detalles.
La decisión se tomó luego de que el comediante Kevin Hart decidió en diciembre renunciar a ser maestro de ceremonias en medio de un escándalo en redes sociales sobre comentarios homofóbicos que hizo años antes.
Los organizadores de la gala, que luchan por superar una caída constante en sus ratings, buscaron un sustituto durante meses, pero finalmente se conformaron con una ceremonia sin animador.
La Academia señaló que para esta edición del 24 de febrero, la número 91, recurrirá a actores y artistas para entregar las estatuillas.
I have made the choice to step down from hosting this year’s Oscar’s….this is because I do not want to be a distraction on a night that should be celebrated by so many amazing talented artists. I sincerely apologize to the LGBTQ community for my insensitive words from my past.
— Kevin Hart (@KevinHart4real) 7 de diciembre de 2018
La última ceremonia organizada sin presentador, en 1989, quedó en la memoria de Hollywood como una de las más vergonzosas de la historia, por el largo acto de apertura arruinado por una infame actuación de Rob Lowe y… Blancanieves.
Algunos animadores de ediciones de los últimos años también han sido criticados, como Neil Patrick Harris en 2015, que dijo que nunca lo haría de nuevo después de que fuera despedazado. James Franco y Anne Hathaway también fueron un fracaso en 2011.