La reforma al Fondo Común Municipal

  • 14-03-2019

Desde la vuelta a la democracia, es que hemos venido discutiendo los cambios necesarios al Fondo Común Municipal, fondo que permite la operatividad de la inmensa mayoría de las municipalidades del país, que no pueden ni son capaces de generar ingresos propios, y también como una manera de re distribuir los dineros ingresados.

Cerca del 40% de los generado por las propias municipalidades e impuestos (permisos de circulación, contribuciones, etc.), mientras que el resto es enviado al Fondo Común Municipal, no obstante, hay comunas que se les exige un aporte superior, llegando en el caso de Vitacura, Las Condes, Santiago, Lo Barnechea y Providencia, acerca del 65%. Existen municipios cuyo presupuesto depende sobre el 95% de lo que les entregue el Fondo Común Municipal, y otras que han logrado progresivamente “independizarse” del mismo.

Si revisamos los países del OCDE (la norma con que hoy se compara Chile), Chile no solamente es el país más centralizado del grupo, sino también el estado que menos dinero aporta a los municipios. Peor aún, desde el retorno a la democracia a la fecha,  constantemente, y de manera transversal políticamente en los gobiernos sucedidos, siempre se le agregan nuevas responsabilidades a los Municipios (la última fue la llamada “Ley Cholito”, y el correspondiente chipeado de las mascotas todo con cargo al municipio), y estás no vienen financiadas, no tienen un nuevo presupuesto por parte de los dineros entregados; no es posible que el estado no aprovisione los recursos para cada ley que se sea probada en el Congreso Nacional. ¿Alguien se imagina acaso que pasaría si un día, se le comenzaran a solicitar a los distintos ministerios el llevar adelante nuevas políticas públicas, pero siempre con la misma plata? De seguro, cualquiera lo vería como un imposible, pero los municipios nos hemos acostumbrado hacer lo imposible, el estado a pedirlo, y los vecinos a exigirlo (con razón).

Las desigualdades se generan por el ingreso bruto que tiene cada municipio. Por eso, en este caso, aquellas comunas que tienen más ingresos debieran aportar más al Fondo Común que aquellas de menores ingresos, para que así las municipalidades tengan una condición económica más igualitaria y poder evaluar a los gobiernos locales por su gestión y no por los recursos con los que cuentan. Las municipalidades cada vez van recibiendo más atribuciones por parte del Estado, sin considerar el presupuesto asociado para eso, lo que significa que las municipalidades van teniendo más responsabilidades, pero a su vez aumentan el déficit. Lo que se debe considerar es que el Estado haga un aporte mayor, para poder asumir la deuda que tiene con las municipalidades y que así estas puedan ejecutar sus tareas eficientemente.

Tenemos grandes desafíos por delante, nos alegra la próxima elección de gobernadores regionales y esperamos que sea un impulso a la regionalización y la descentralización local, pero también existen cosas urgentes que debemos encontrar una respuesta ya. Durante este 2019, el Subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry enviará un nuevo proyecto para reformar el Fondo Común Municipal, que esperamos con ansias y esperanzas.

El autor es el alcalde de la comuna de Til Til y secretario general de la Asociación de Municipalidades Rurales de la Región Metropolitana de Santiago (AMUR).

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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