Señor Director:
Este año el álgido debate sobre temas educativos ha tenido un tema muy relevante para el devenir de nuestras futuras generaciones: La Reforma Curricular para III° y IV° años de enseñanza media.
Mediante la presente carta quiero exponer que desde el punto de vista ideológico y desde la implementación, esta reforma no soluciona los 3 grandes problemas que pretende resolver, siendo una ilusión que el CNE ha instalado en la ciudadanía.
Problema 1: Garantizar una educación integral. Toda discusión sobre educación en el siglo XXI debe basarse en garantizar a todo/a adolescente el poder recibir una educación que lo forme desde el punto de vista cognitivo, físiológico y socio-emocional. Desde el diseño de este currículum, existe la posibilidad de que muchos/as estudiantes queden sin ni una sola hora de educación física ni de artes en sus 2 últimos años de educación formal en a lo menos 2 de los 3 tipos de proyectos educativos (Los proyectos educativos artísticos aseguran el proceso educativo en este ámbito). De formación en su pensamiento histórico, algo habrá con la nueva asignatura de Formación Ciudadana, sin embargo; es insuficiente considerando los temas de profundización que se desarrollan en 3° y 4° años de enseñanza media. Vamos al detalle: De estas 3 asignaturas señaladas cada colegio debe ofrecer solo 1. Las y los estudiantes deben elegir entre esta u optar por Religión (cuya calificación no incide en la promoción, salvo en proyectos educativos que así lo declaren). Entonces: Para que un estudiante tome 1 de estas 3 asignaturas que eran obligatorias y ahora pasan a ser electivas depende de: Que el sostenedor decida o no impartirlas, de la decisión del estudiante, de la disponibilidad de docentes para estas asignaturas y de la infraestructura de la escuela. Estamos dejando la salud y el percibir el mundo desde la emocionalidad para los 2 últimos años enseñanza media a merced de condicionantes que el Estado no manejará, desentendiéndose de lo estipulado en el Art. 2 de la Ley General de Educación: “La educación es el proceso de aprendizaje permanente que abarca las distintas etapas de la vida de las personas y que tiene como finalidad alcanzar su desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores, conocimientos y destrezas.”
Problema 2: Electividad. Como concepto, comparto esta decisión: Dar mayores oportunidades a las/os adolescentes para que elijan las áreas de su interés. Sin embargo; esta electividad está sometida a factores ideológicos, técnicos y de implementación. Como se señaló anteriormente, la electividad queda condicionada por decisiones ajenas al estudiantado y también de lo que ellas/os elijan en el plan común, vulnerando el derecho a la educación integral. Ahora bien, el panorama se complejiza mucho más en los colegios que imparten la modalidad Científico – Humanista: Los colegios podrán optar por ofrecer 6 (como mínimo) de 27 asignaturas posibles, repartidas en 3 áreas de profundización: Área A (agrupa Lengua y Literatura, Filosofía e Historia, Geografía y Ciencias Sociales),Área B (agrupa Matemáticas y Ciencias)y Área C (agrupa Artes, Educación Física y Salud). Hasta aquí, las opciones parecen orientarse a una formación integral, pero: Los sostenedores podrán optar por 2 de las 3 áreas como mínimo, es decir; se puede dejar una de estas tres áreas fuera de lo que se ofrece a las/os estudiantes para elegir.
Para ilustrarlo mejor aún pondré dos ejemplos: Lo más simple para un colegio desde su gestión, es ofrecer las 6 asignaturas que se adecuen a su infraestructura, dotación docente y facilidad para acomodar los horarios de las/os docentes. Esto atenta contra la electividad, pues; en casos como estos no se considerarán los intereses de la comunidad para decidir sobre qué asignaturas eligen que sean impartidas para educarse.
Segundo ejemplo: Supongamos que un sostenedor le pregunta a su comunidad cuáles de estas estas 27 asignaturas les gustaría que se impartieran, y en este proceso se elige Teatro y Biología Molecular. Bien es sabido que en muchos de nuestros territorios no hay docentes especialistas en estas áreas, y además; existe una tremenda desigualdad entre colegios en cuanto a su infraestructura por lo que, de nuevo; la electividad se verá condicionada por todos estos y otros factores.
Problema 3: Profundización. El plan de formación diferenciado para el área Científico Humanista, busca que las habilidades y actitudes para el Siglo XXI sean profundizadas, sin embargo ocurre lo siguiente: Un estudiante podría elegir asignaturas de distintas áreas, por lo que; más que especializarse en las áreas de su interés, en realidad, estará probando en distintas áreas. Esto no está mal, hago un llamado a transparentar la verdadera intención. Pero, es importante aclarar que no se garantiza para niñas y niños la profundización de las áreas de su interés por esta razón y por las condicionantes para lo que se pueda ofrecer recientemente expuesto.
La discusión por el currículum siempre reviste un alto componente ideológico y filosófico: Nos jugamos en ella el tipo de sociedad que queremos construir desde el sistema educativo. Sacar las horas de Artes, Educación Física e Historia es muy coherente con el sello de quienes toman estas decisiones: No garantizar que todas/os las/os adolescentes cuiden su salud y prevengan el consumo de drogas y alcohol, que no critiquen el sistema político y económico y que no interpreten el mundo desde su emocionalidad. Parece algo casi conspirativo y no creo que sea así. Pero sí digo inequívocamente que, al no haberse escuchado de verdad a las comunidades educativas, hay consecuencias que no se ven porque simplemente no se conocen por no haber convivido con ellas cotidianamente.
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.