Al conocer la regocijante noticia de los ganadores al premio Nobel de Economía 2019, a Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer por su “enfoque experimental para aliviar la pobreza global”, me renace fortalecida la motivación de reflexionar sobre ¿Qué y cómo hacemos desde el urbanismo con el aporte de estos científicos para mejorar nuestra situación? toda vez que avanzamos en las demostraciones simples que han aportado estos nobles y nobeles científicos.
“La política y la ciencia”como el nudo del conflicto podría ser un buen punto de partida. La representación de la sociedad civil es sin lugar a dudas una actualización muy relevante tal como la vemos hoy en la realización de la Conferencia sobre Transformaciones inaugurada el miércoles 16 por el Rector Dr. Ennio Vivaldi[1].
La fusión avanza, la ciencia, la sociedad civil, la política: tres áreas del quehacer humano, cuya evolución los ha separado artificialmente.
Pareciera ser que estos factores insustituibles, cobran sentido en la medida en que los articulamos y los territorializamos.
La figura literaria que me hace mucho sentido es la de los tendones y ligamentos, que son tejido conectivo fibroso que une los músculos a los huesos. Pueden unir también los músculos a estructuras como el globo ocular. Los tendones sirven para mover el hueso o la estructura, mientras que los ligamentos son el tejido conectivo fibroso que une los huesos entre sí y generalmente su función es la de unir estructuras y mantenerlas estables[2].
Esas son las imágenes de funciones que necesitamos generar. Leonardo de Vinci muy sabiamente relacionó la ciudad con el organismo humano.
Ahora bien, ¿cuáles son las claves para generar estos tendones y ligamentos en nuestros territorios, claves a su vez para el diseño de políticas públicas y la mejora de la vida en nuestras ciudades?
Las colectividades territoriales en a lo menos tres escalas parecen ser los músculos fundamentales. Estas escalas son las otorgadas por la actual estructura político administrativa es decir Local, Regional y nacional. Esta es la oficial y es también aquella a través de la cual se otorgan los financiamientos públicos.
Sin embargo, otra escala fundamental en el despertar de la organización social para abordar los peligros de vida y la subsistencia ha sido aquella que se han dado los propios afectados por los
conflictos ambientales, que al año 2018 eran 116, de los cuales 62 estaban activos, 30 latentes y 24 cerrados. De ese total, un 33% se localiza en Territorios indígenas.
Actualmente, unido a la escasez hídrica resulta inseparable la escasez de viviendas, fusiones naturalmente presentes en distintos territorios y con especificidades cada una de ellas. La escasez de viviendas dignas bien emplazadas y bien equipadas comunitariamente resulta del desequilibrio entre la oferta y la demanda de estos bienes y servicios, con ello se trata de un problema de Integración Social y Territorial, esto es de política pública, más que de modificaciones a los modos de postulación a los subsidios del Ministerio de Vivienda. Oficialmente el MINVU reveló la existencia de 802 campamentos a nivel nacional, con la presencia de 47.050 hogares, donde los principales aumentos se registraron en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama. Eso sí, regiones como La Araucanía, Maule y Los Ríos presentaron disminuciones en la cantidad de familias que habitan en estas condiciones.
El abordaje del problema tiene importantes consecuencias en el éxito de los programas, provenientes de políticas públicas Enfrentar la escasez de viviendas primero, como parte de un proceso con múltiples etapas y actores, luego, con una mirada integral de los distintos aspectos responsables en la problemática, puede conducir a responder las necesidades actuales, considerando los estándares establecidos por la OCD, algunos de los cuales son:
Empleo: En términos de empleo, más del 61%de las personas entre 15 y 64 años de edad en Chile tienen un empleo remunerado, cifra menor que el promedio de la OCDE de 66%. Cerca del 74% de los hombres tienen un empleo remunerado, en comparación con el 49% de las mujeres. En Chile la gente trabaja 2047 horas al año, más que la media de la OCDE de 1 776 horas. Alrededor del 16% de los empleados tienen un horario de trabajo muy largo, cifra mayor que el promedio de la OCDE de 9%; y, entre ellos, el 20% de los hombres trabajan muchas horas en comparación con sólo el 10% de las mujeres.
Salud y medio ambiente: En el campo de la salud, en Chile la esperanza de vida al nacer es de casi 78 años, dos años menos que el promedio de la OCDE de 80 años. La esperanza de vida para las mujeres se sitúa en los 81 años, en comparación con 76 años para los hombres. El nivel de partículas atmosféricas PM10 —partículas contaminantes del aire lo suficientemente pequeñas como para penetrar en los pulmones y dañarlos—es de 53 microgramos por metro cúbico, considerablemente más alto que el promedio de la OCDE de 21 microgramos por metro cúbico. Chile podría tener una mejor actuación en cuanto a la calidad del agua, pues el 77% de las personas dicen estar satisfechas con la calidad de la misma, cifra menor que el promedio de la OCDE de 84%.
En general, los chilenos están menos satisfechos con su vida que el promedio de la OCDE. El 77% de las personas dicen tener más experiencias positivas en un día normal (sentimientos de paz, satisfacción por sus logros, gozo, etc.) que negativas (dolor, preocupación, tristeza, aburrimiento, etc.). Esta cifra es menor que el promedio de la OCDE de 80%.
¿Cómo superar esta situación? ¿Cómo relacionamos estas fusiones?
La reciente conversación con mi hijo Rolando Arturo sobre estos temas y otros que él también aborda desde la cirugía digestiva, me es iluminadora: “la quitina mamá”.
El nombre femenino de Quitina deriva de la palabra griega χιτών, quitón o túnica.
La quitina es un carbohidrato que forma parte de las paredes celulares de los hongos, del resistente exoesqueleto de los artrópodos (arácnidos, crustáceos e insectos) y algunos órganos de otros animales como las quetas de anélidos (o los perisarcos de cnidarios). La Quitina es una sustancia formada por glúcidos nitrogenados, de color blanco e insoluble en agua, que constituye el material principal del que está formado el revestimiento exterior del cuerpo de los artrópodos, así como ciertos órganos de los hongos.
Si imaginamos las Colectividades Territoriales como las envolventes quitinosas de nuestros territorios, estas podrían que evitar lamentar situaciones tan lancinantes como las intoxicaciones masivas en Quintero y Puchuncaví.
El Urbanismo Táctico podría transformarse en esta envolvente quitinosa, influyendo en la forma en la que las ciudades crecen, interviniendo espacios existentes subutilizados, asignándoles un uso que no es necesariamente de ocupación arquitectónica o permanente, rescatando posibilidades para que los espacios sean utilizados por las personas y valorizar la ciudad. El Urbanismo Táctico trata de transformar espacios públicos, barrios, vías, en intervenciones con privilegio al peatón, dejando al vehículo en segundo plano. También proponer estrategias para fomentar medios de transportes alternativos y sustentables . Las intervenciones son realizadas por grupos de acciones, rescatando espacios públicos hechos para el vehículo, cada propuesta es de bajo costo y materiales reciclables. Cada intervención revaloriza la ciudad, propone cuidar el medio ambiente dando un cambio visual a los espacios públicos, también presentar posibles soluciones a problemas de planificación, dando una identidad local.
La autora es Maître en Planification Urbaine Paris 8, MS.Desarrollo Regional PUC Chile.
[1] “Transformations 2019”: La Universidad de Chile se prepara para la COP25 Rodrigo Fuentes Miércoles 16 de octubre 2019 18:37 hrs.
[2] https://medlineplus.gov/spanish/ency/esp_imagepages/19089.htm