Señor Director,
La desconexión entre el Gobierno y el Congreso con las demandas sociales para evitar más abusos es enorme. Un ejemplo de ello, es que en medio de esta situación de tensión social, se impulsa aceleradamente el Proyecto de Ley de Fármacos II, que lo único que hará será aumentar más el precio de los medicamentos, y reforzará lo que hizo la Ley de Fármacos I.
En el mismo sentido van todas las iniciativas del Gobierno que no comprenden que el paradigma cambió y que lo que pide Chile es que no se siga beneficiando a los grandes laboratorios sino a las personas. Si los laboratorios bajan sus precios, no se necesitan seguros.
El ataque sistemático a las farmacias, como responsables de todo, ya no se sostiene. Es un absurdo tan grande, como acusar a las bombas de bencina del precio de los combustibles.
Hoy como farmacias, cumplimos a fuerza de sumarios la Ley de Fármacos I, que hace que los medicamentos sean caros. Es inaceptable que, a río revuelto, se busque en estas críticas circunstancias para legislar apuradamente y a puerta cerrada, entre ignorancia y mala fe para que la Ley de Fármacos II vea la luz, se refuerce y se mantenga en el tiempo el gran perjuicio a nuestros pacientes y que se verifica en precios caros de medicamentos.
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