La Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) es un partido de la izquierda peruana que ha recibido su acta de defunción política en las elecciones parlamentarias del último domingo. Ha sacado un 2 por ciento de los votos y no tiene ya ningún parlamentario.
Esta formación política fue fundada en 1924 por su líder histórico Raúl Haya de la Torre. Nació domiciliado en la izquierda con dos definiciones ideológicas singulares: un distanciamiento severo con la experiencia de construcción del socialismo en la URSS y una propuesta de unidad continental antiimperialista
El APRA peruano influyo significativamente en la matriz ideológica en que se fundó el Partido Socialista de Chile en 1933. Raúl Haya de la Torre y salvador Allende cultivaron una larga amistad política que sólo se vino a fracturar a mediados de los 60 con la seducción que la revolución cubana produjo en Allende y el socialismo chileno. Para Haya de la Torre la influencia soviética haría estéril esa experiencia.
El Apra fue un partido de enorme arraigo popular, dos veces puesto en la ilegalidad por los militares.
En 1931 Haya de la Torre ganó las elecciones presidenciales pero los militares apoyaron al perdedor Luis Sanchez Cerro, quien acusó a los apristas de comunistas desatando una represión masiva que estos resistieron. Se produjeron fusilamientos masivos en Trujillo, el aprismo respondió con un atentado que cobró la vida del propio Sánchez Cerro.
En los 60 se le escindió el Apra Rebelde que luego daría lugar al MIR peruano, mismo que desató una entusiasta guerrilla encabezada por Luis de la Puente Uceda. Algo parecido pasaría en Chile un par de Años después con la escisión de Miguel Enríquez y su grupo del partido Socialista de Chile.
En 1985 el Apra alcanzó la presidencia de la república con Alan García Pérez quien en la primera parte de su gobierno intentó poner freno al neoliberalismo desatado que campeaba en América Latina. El gobierno fue ahogado por la derecha, por el capital financiero y por la izquierda con la naciente guerrilla.
Luego de la dictadura de Fujimori el Apra volvió al poder en el 2006-2011. De esa campaña se recuerda un notable discurso del candidato en la Plaza de Lima.
El Apra ya había devenido en un león vegetariano colonizado por una socialdemocracia europea con ya largos años de servicios a los norteamericanos.
La última campaña de Alana García nos los mostró simplemente como un remedo de si mismo y obtuvo un paupérrimo recaudo electoral.
El ciclo empezaba a cerrarse, y de la peor manera. García se suicidó acosado por indagaciones judiciales, de un sistema muy poco ecuánime pero que ellos mismos habían creado. En el penúltimo acto intentó un asilo de opereta en la embajada de Uruguay.
Al Apra sólo le restaban 5 diputados, encabezados por un líder inteligente como es Mauricio Mulder, pero los últimos avatares de la política peruana lo redujeron a la nada.
El ciclo se cerró para un partido que en 1924 llamaba a la revolución antimperialista de dimensión continental y que, casi un siglo después, había mutado en un partido que sólo concitaba y expresaba intereses personales.
La matriz de la Apra peruano y su posterior devenir es muy similar al Partido Socialista de Chile. ¿Seguirá este último su mismo destino en fecha próxima?