El Gobierno de Nueva Zelanda anunció este miércoles la retirada en mayo de sus últimos efectivos en Afganistán, tras 20 años de despliegue de tropas en misión de paz y entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas.
“Después de 20 años de presencia de las Fuerzas Armadas de Nueva Zelanda en Afganistán, ha llegado el momento de concluir nuestro despliegue”, indicó la primera ministra, Jacinda Ardern, al recordar a los diez neozelandeses que perdieron la vida y a los más de 3 mil 500 efectivos desplegados desde 2001 en este país.
El último contingente lo componen seis militares, tres en tareas de capacitación para oficiales del Ejército de Afganistán y otros tres desplegados junto a la misión de apoyo a la OTAN.
“El despliegue en Afganistán ha sido uno de los más prolongados de nuestra historia”, remarcó la mandataria, quien matizó que la decisión ha sido consensuada con socios claves de Nueva Zelanda.
El país oceánico recalca su compromiso en el proceso de paz como la mejor perspectiva para una solución política duradera en Afganistán.
“Nueva Zelanda seguirá apoyando al Gobierno afgano y su pueblo durante los próximos años, mientras trabajan en el proceso de paz nacional como un esfuerzo para resolver un conflicto de décadas”, declaró la ministra de Exteriores, Nanaia Mahuta.
El despliegue de Nueva Zelanda en Afganistán no estuvo exento de controversias. Según la denuncia de los periodistas Nicky Hager y Jon Stephenson es su libro Hit and Run la Operación Burnham que fue llevada a cabo por tropas neozelandesas y fuerzas aliadas en el valle de Tirgiran en Afganistán del 21 al 22 de agosto de 2010, provocó la muerte de civiles. En 2018 después de la publicación del libro el gobierno inició una investigación.
El año pasado, los investigadores concluyeron que el ejército del país engañó repetidamente a los ministros del gobierno y al público durante años sobre las bajas civiles en esa incursión de las fuerzas especiales en Afganistán hace 10 años.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo esta semana que la alianza no retiraría tropas de Afganistán “antes de que sea el momento adecuado”.
Los ministros de defensa de los aliados respaldados por Washington se reunirán esta semana para discutir el futuro de la misión de 10 mil efectivos que en su mayoría desempeña funciones de apoyo en Afganistán.
Washington llegó a un acuerdo con los talibanes en 2020 para retirar todas las fuerzas estadounidenses antes de mayo a cambio de garantías de seguridad, pero ese acuerdo está siendo revisado por la nueva administración del presidente Joe Biden a medida que aumenta la violencia en ese país.