El torbellino de acontecimientos que ha vivido Chile tras el estallido social, la pandemia y la crisis económica y social, ha sido para las intérpretes de Fisura, Andrea Gómez, Camila Cavieres y Diana Carvajal, un pie forzado para la reflexión y el cruce del arte con la realidad que les toca vivir. “Una creación sensible no se puede separar de su contexto, por eso nuestro proceso ha estado marcado por estos momentos históricos”, dice Camila.

El público se enfrentará a una obra de danza contemporánea que aborda la relación de los cuerpos en escena y la creación de nuevas formas de organización y lógicas de acción en el estar juntas. Es un mensaje de resistencia: se pueden construir otras formas de coexistir. Fisura se presenta como una oportunidad, una grieta que genera una apertura y permite ver otros puntos de vista. “Queremos que emerjan reflexiones sobre lo colectivo y el potencial de estar juntas, que el público se sensibilice y observe las sutilezas y los conceptos detonantes con los que trabajamos, para que cada une encuentre su punto de fuga”, afirma Andrea Gómez.

Las intérpretes han trabajado juntas en los últimos tres años con una metodología de creación horizontal y de colaboración, en una puesta en escena que da cabida a la intuición, la exploración y la improvisación de nuevas formas de hacer danza. Dentro de su equipo cuentan con asesoras creativas con vasta experiencia en danza contemporánea, como Nuri Gutés, Macarena Campbell y Rocío Rivera, quien además es diseñadora de vestuario. Ellas han participado como observadoras críticas del proceso, cada una aportando sus visiones. La música, a cargo de Gonzalo Valencia, desde el primer ensayo ha sido una capa fundamental de la creación. Y la iluminación, creada por la diseñadora lumínica Fernanda González Errada, también busca dialogar con los movimientos de la puesta en escena, aportando todas activamente al resultado final.

Trabajar con una perspectiva feminista ha sido crucial para ellas: sin jerarquías impuestas, sin cuerpos más importantes que otros y validando el no saber. “Hay prácticas establecidas que a nosotras nos funcionaban para crear danza y ese era el camino fácil. Durante la creación hemos reconocido nuestros patrones de creación y en el proceso hemos buscado formas de fisurarlos. Hemos optado por generar un universo más complejo donde hay muchos caminos de interpretación”, dice Diana Carvajal.

Aunque la obra fue pensada para ser presentada en vivo y en directo, hoy sus creadoras han apostado por cerrar este ciclo de creación y llevarla al formato virtual, acompañadas de la coproducción de M100. “Desde el inicio este ha sido un proyecto vivo que se reconfigura y que insiste en su ejecución, a pesar de todas las dificultades que ha ido encontrando, y creemos que merece ser compartido y disfrutado, aunque eso nos haga tener que adaptarnos al formato online”, afirma Diana Carvajal. El principal desafío para las creadoras ha sido lograr que todas las capas y sensibilidades que componen Fisura logren traspasar la virtualidad y el espectador pueda conectar con la experiencia sin estar presencialmente en la ejecución de la obra. “Nos interesa generar un encuentro íntimo con el público que traspase el límite de la piel y que invite a anudarse para terminar siendo unas/os con la propuesta.”, afirma Camila Cavieres.

La obra se presentará entre el 1 y el 11 de abril de jueves a domingo a las 21:00 horas bajo el sistema “Paga lo que puedas”.

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