El miércoles recién pasado la presidenta del directorio de Televisión Nacional de Chile (TVN), Ana Holuigue, llegó a la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para exponer cómo la estación se hará cargo de la implementación del canal cultural comprometido en 2018.
La exposición se dio en el marco de una serie de conversaciones que han sostenido las y los parlamentarios con organizaciones de la sociedad civil, ya que el proyecto hoy enfrenta una fecha límite. Esto, luego de que a mediados de marzo, el Ejecutivo anunciara que la señal creada para emitir contenidos educativos durante la emergencia sanitaria, TV Educa Chile, se transformará, el próximo primero de julio y por medio de la señal 2 de TVN, en el ansiado canal cultural.
Según lo expuesto desde el directorio de TVN, en 2018 el equipo del canal pausó los trabajos en torno al proyecto producto de la crisis económica que experimentaba la estación televisiva. Sin embargo, a raíz del anuncio del Ejecutivo, se retomaron las labores, dando origen a una propuesta que pone el acento en el público infantil.
“TVN incorporará en su canal parte de los contenidos de TV Educa Chile, pero además sumará, obviamente, nuevos contenidos. Habrá una franja horaria desde las 22:00 horas donde se exhibirán las formas más tradicionales de nuestra cultura nacional (…). El propósito es hacer un canal que valora el contenido nacional de calidad y donde el acento estará puesto en la cultura local y en lo que nos identifica como país”, indicó Ana Holuigue, durante su presentación ante las y los legisladores.
No obstante, hoy esa propuesta concita más de una crítica. Según Jorge López Sotomayor, presidente de la Asociación de Directores y Guionistas de Chile, el directorio de TVN está desconociendo el carácter original del canal cultural: “No estamos de acuerdo con el proyecto tal como se está planteando, esencialmente, porque no corresponde a lo que se diseñó”.
“El canal cultural no es solamente un canal infantil disfrazado con algunos matices de cultura. La ley define exactamente cuáles son los temas y contenidos que tenía que cubrir el canal y eso no se está cumpliendo. Entonces, es muy grave lo que están haciendo. Es inentendible, porque el mandato de la ley es bien claro”, subrayó el realizador.
De acuerdo a la normativa, el canal cultural debe emitir “contenidos educativos, culturales, tanto en su dimensión nacional como regional y local, tecnológica, científica e infantil”. “Esta señal de libre recepción deberá destinarse íntegramente a la transmisión de los referidos contenidos, especialmente de aquellos de producción nacional, y deberá cumplir las mismas condiciones de cobertura que su señal principal”, establece el documento.
En ese sentido, las críticas apuntan a que la señal no sólo debe enfocarse en los niños, niñas y adolescentes, sino que también a un público amplio, incluso, familiar.
“No estamos en contra de que exista un canal con contenido para niñes y adolescentes. El tema es otro. Nos preocupa que lo que se puso en marcha no esté dando cumplimiento o está cumpliendo a medias la ley que fue publicada en 2018 y que crea el canal cultural (…). Eso es lo que nos llama muchísimo la atención y nos genera muchas interrogantes, porque sabemos la saturación de contenidos de mala calidad que hay en los horarios para la alta audiencia”, dijo Gabriela Sandoval, presidenta de la Asociación de Productores de Cine y Televisión.
“Nos preocupa que se trate de un cumplir por cumplir (…). Otro aspecto que tiene plena relación con eso es el tema de la falta de políticas de adquisición de producción nacional independiente, ya que se está hablando de un proyecto de contenidos para niñas, niños y familiar, en donde el horario prime es para 12 años. Esto deja fuera todo el contenido de producción nacional de series, de cine y que han sido premiadas a nivel internacional y que no tienen el espacio hoy en televisión”, expresó la dirigenta.
Frente a este debate, Carlos Saavedra, director de la carrera de Cine y Televisión del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, señaló que es importante que la nueva señal cultural cumpla con un rol público, educando e informando a la población respecto de temas como la interculturalidad de nuestro país, los problemas de género y la diversidad sexual.
“Tenemos que entender que son muchos los temas que no han tenido espacio y que hoy son fundamentales. Entonces, siento que hay una gran expectativa. Ojalá se abriera la posibilidad para que hubiesen otras voces, voces regionales, porque no todo tiene que ser centralizado”, comentó el académico.
“Hay producciones locales interesantes de, a veces, un colegio, una agrupación, una comunidad que se ha organizado para generar una materialidad audiovisual. Estos espacios deberían permitirle a esas voces auto representarse, lo que sería un gran concepto para una nueva televisión”, agregó.
Este miércoles 5 de mayo, la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados volverá a analizar este tema con el objetivo de recoger las inquietudes de la sociedad civil respecto de este proyecto, cuyo origen se remonta a 2015. De manera concreta, la comisión busca fiscalizar la puesta en marcha de una iniciativa largamente esperada que diversificaría la programación educativa de la televisión abierta, sobre todo en vista de las cifras del Consejo Nacional de Televisión que establecen que sólo un 0,9 de la programación está orientada a los niños, niñas y adolescentes.
En ese sentido, desde las organizaciones de la sociedad civil indicaron que el proyecto debe apegarse a lo estipulado en 2018, de lo contrario, adelantaron que se transgredirían los acuerdos pactados, pese a las obligaciones de la ley. Abordar ese camino, sería grave, según lo planteado por las agrupaciones.