Miles de personas, muchos de ellos jóvenes, pasaron durante la semana la frontera entre Marruecos y el enclave español de Ceuta en territorio africano a través del mar y rompiendo algunas vallas que separan a los dos países.
Según informes oficiales, fueron unos 6 mil marroquíes que llegaron a la localidad donde fueron detenidos por la Guardia Civil, incluyendo a uno 800 niños, muchos de los cuales fueron devueltos a sus padres “con todas las garantías”, precisó en entrevista con la Televisión Española la vicepresidenta primera Carmen Calvo.
La integrante del Ejecutivo de Pedro Sánchez, sostuvo que la situación “se está volviendo a restituir”, y recalcó que no se trata de una crisis migratoria sino de la desprotección de las autoridades de Rabat de su frontera con España, que, subrayó, es una frontera de Europa.
“Lo que no es, es una crisis migratoria. Eso sí que no lo es. No lo es porque pasar una frontera en tan poco lapso de tiempo, tantas personas, porque sus medidas de seguridad que tienen que evidentemente que cuidar esa frontera de su lado no lo hacen, no puede formar parte, evidentemente, ni de las buenas relaciones entre dos países vecinos y amigos, históricamente así han sido, y naturalmente no es una crisis de entrada de inmigración irregular como habitualmente podemos ver”, comentó Calvo.
El paso del importante grupo de personas se dio semanas después de que Madrid recibiera al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, quien está hospitalizado en la ciudad de La Rioja afectado por Covid 19.
Los saharauis mantienen un enfrentamiento con Marruecos por la independencia del Sahara Occidental, conflicto que ha sido debatido en el seno de Naciones Unidas.
Carmen Calvo recordó que España mantiene relaciones “amistosas y cordiales con Marruecos”, así como con el Frente Polisario, por lo que rechazó las afirmaciones desde Rabat donde expresaron que “deplora la actitud de España” por recibir a Ghali.
“Nosotros somos un país soberano igual que lo es Marruecos. Nosotros no interferimos en la política exterior de Marruecos porque no podemos ni debemos hacerlo. Yo creo que las relaciones de buena vecindad consisten no solamente en tener fluidas las comunicaciones, sino también en saber entender los momentos. Nosotros como gobierno y como país en algún momento también hemos recibido noticias por los medios de comunicación que nos han parecido extrañas por parte de Marruecos. Pero hemos sabido leer los momentos y entender. Nosotros tenemos relaciones con otros países que son importantes para entender la posición geopolítica de España, no entramos en la política exterior de Marruecos y nuestra posición respecto de Marruecos no ha cambiado en absolutamente en nada”, puntualizó.
Lo ocurrido esta semana en Ceuta recuerda que Marruecos utiliza como un virtual chantaje la seguridad y vigilancia de la frontera con España cada vez que no está de acuerdo con la posición de Madrid respecto de sus relaciones bilaterales y en particular por los lazos con los saharauis.
En los últimos meses la situación se ha visto encendida entre Marruecos y el Sahara Occidental a causa del reconocimiento hecho en diciembre por la administración de Donald Trump del reclamo de Rabat sobre ese territorio, política que no ha sido modificada en los primeros meses de gobierno del demócrata Joe Biden.
Foto: Radio Francia Internacional – AFP