En 2014, la dramaturga Gisel Sparza, directora del Colectivo Teatral La Obra, recibió un encargo particular: crear un montaje sobre una de las poblaciones de la comuna de Coronel en Concepción. Para ello, la escritora se conectó con las y los pobladores hasta descubrir, entre los testimonios, una historia que había dejado huella en la comunidad: el caso de Sebastián Acevedo, quien, en 1983, se había inmolado frente a la catedral de Concepción, luego de la detención ilegal de sus dos hijos por la CNI, María Candelaria y Galo Acevedo Sáez. 

Durante ese trabajo, la dramaturga también se encontró con una de las hijas menores de Acevedo, quien compartió su relato, de forma tal que Sparza decidió iniciar un nuevo proyecto para enfocarse, exclusivamente, en este hecho. Fue así como surgió el montaje Prometeo Nacional, que fue estrenado en 2017 y que hoy regresa en un formato de radioteatro al alero de la cartelera digital del centro cultural GAM.

La pieza narra los acontecimientos a través del punto de vista del padre, quien incluso interpela a la clase política que, en tiempos de posdictadura, se dejó llevar por el neoliberalismo. De esa forma, la obra presenta un vaivén en donde pasado y presente vuelven a confluir y en donde el amor y la defensa de los ideales se vuelven aspectos claves. Se trata, en definitiva, de una propuesta que remece la historia, sobre todo, al calor de las vulneraciones a los derechos humanos de la revuelta social de octubre de 2019. 

“Podemos aprender mucho de lo que aconteció en aquel momento, porque lamentablemente, la historia se parece demasiado a la situación que muchos padres, madres, hermanos y familiares están pasando hoy respecto de la gente que está presa y no solamente la gente de la revuelta. También están los presos mapuches, la gente que, de una u otra manera, está detenida”, señaló Gisel Sparza, dramaturga y directora de la obra. 

“Porque don Sebastián decía: ‘no quiero que los suelten porque sí. Quiero que les hagan un caso justo’. Él pedía eso, que le dieran la certeza de que los iban a juzgar bajo un marco legal justo. Entonces, creo que esta historia nos puede sensibilizar como seres humanos”, añadió la directora teatral.

La obra también fue el resultado de un largo proceso de investigación, en donde se realizaron una serie de entrevistas a los hijos y la viuda de Acevedo. Del mismo modo, la dramaturga revisó documentos del caso y las declaraciones de Carabineros y el testimonio del médico que lo atendió. En ese proceso, la dramaturga también fue develando una historia que, en su opinión, es muy poco conocida, sobre todo, por las nuevas generaciones.

“Desde mi punto de vista, me encontré con la invisibilización de la historia, que es un poco una política de Estado. O sea, si recorres los distintos lugares donde ocurrieron algunos hechos relacionados con la dictadura cívico militar, te das cuenta que está todo borrado o se derrumbó para construir un supermercado o un mall. Donde torturaron a María Candelaria y a su hermano Galo, hoy es una discoteca”, dijo. 

“En Chile y, estoy generalizando, no tenemos este traspaso de la memoria y más frente a sucesos recientes en la dictadura”, puntualizó, indicando que la obra también surge como un ejercicio de memoria. “Es súper emocionante cuando la gente ve la obra y ve a María Candelaria ahí. Provoca un efecto mayor en el sentido de acercar la historia, porque esa también era una preocupación nuestra”, detalló. 

La obra también presenta un universo sonoro, en donde destacan melodías propias del mundo campesino, lo que fue adoptado con el objetivo de crear una atmósfera sencilla, pero coherente con el rescate del patrimonio inmaterial, tal como lo es, la visibilización del caso de Sebastián Acevedo. La dirección musical está a cargo de Javiera Hinrichs.

La pieza también es interpretada por Alfonso Lara, quien sostuvo que la obra es narrada desde una perspectiva donde la inmolación surge como un acto de amor pleno. “Se van a encontrar con una historia que está cruzada por el amor,  el dolor y la valentía. Y va justo en la línea de lo que está sucediendo hoy, sobre todo, cuando hay ciertos sectores políticos que quieren hacer que la historia sea borrada y que miremos hacia el futuro sin reparar lo que hay hacia el pasado”, dijo.  

“La obra habla de una persona con una dignidad bastante grande. Habla del amor y de las cosas que no están bien. Es una obra casi atemporal, independiente de que se sitúe en cierto punto de la historia de Chile”, manifestó, indicando que el proceso de adaptación, al radioteatro, no siempre fue fácil.  

“Fue bien curioso. He hecho varios trabajos de voz, pero tenía en el cuerpo la experiencias de las presentaciones en vivo, lo que es muy difícil de borrar, con toda la intensidad muscular, vocal y todo lo que involucra una puesta en escena. Entonces, fue un trabajo más de concientizar y de comprimir todo eso para que la misma sensación, la misma atmósfera, el mismo dolor, la misma alegría, la misma pena, fuera contenido en palabras”, precisó. 

El intérprete también indicó que para él fue importante el contacto con los familiares de Sebastián Acevedo y que eso le permitió encarnar el personaje de mejor forma. Asimismo, sostuvo que ese encuentro le permitió acceder a nuevas capas de la historia, lo que previamente desconocía: “Fue bastante impactante, porque la obra es bien dura, es crítica, es fuerte. La verdad es que uno ve estas situaciones como a la distancia y, como intérprete, se agradece el hecho de poder estar con gente que te proporciona datos reales, emociones reales y que finalmente es parte de la historia de Concepción”.

“Después de eso entendí que esto era un hecho histórico trascendente (…). Aprendí muchas cosas que no estaban en mi acervo cultural, en mi memoria y pude ver un montón  de otras cosas”. sostuvo. 

Coordenadas

Prometeo Nacional estará en cartelera hasta el primero de agosto. La obra estará alojada en la cuenta Spotify de GAM de forma gratuita.