Señor Director,
Se ha hablado mucho sobre la designación de mujeres en cargos políticos, directivos y directorios en empresas por cuotas de género. Algunos plantean que debiese ser por meritocracia. Hoy eso no es posible. Las mujeres no están en igualdad de condiciones que los hombres. No se trata de tener menos competencias o capacidad para dirigir, sino que no tenemos las mismas oportunidades y trato que los hombres.
Diversos estudios dan cuenta de las brechas entre hombres y mujeres, que se generan desde la educación primaria. Uno es el de la ONU “Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y el Caribe”. Según este, solo un 29,3% de las mujeres a nivel mundial trabaja en Ciencias y un 3% ha obtenido un premio Nobel en el área. También, menciona que su baja representación en la sociedad se atribuye a la influencia y expectativas que ejercen los padres, los docentes y pares, en la decisión de estudios. El estudio, además, agrega que la desigualdad alcanza el ámbito económico, cultural, social y religioso.
Hay que preguntarse entonces si el mérito es suficiente, para acceder a espacios en el que hoy las mujeres no estamos representadas. Creo que no.
El sistema de las cuotas de género hoy nos permite estar representadas y avanzar. Sin embargo, es un mecanismo de discriminación positiva, por lo que no es la solución definitiva. El objetivo es que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades. Solo así es posible pensar en igualdad de condiciones y en una designación de cargos meritocrática.
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