Por la vivienda digna y por la ciudad democrática

  • 26-07-2021

En el contexto de la recientemente instalada Convención Constitucional, diversos grupos han compartido posturas sobre vivienda y ciudad con miras hacia la Nueva Constitución. A través de esta columna quisiéramos valorar y complementar dos de estas perspectivas que nos parecen un gran aporte, pero aún insuficientes para alcanzar un hábitat digno en las ciudades y territorios del nuevo Chile.

El 14 de junio, El Mostrador publicó una declaración de integrantes del Foro Ciudad Política, y luego, el 2 de julio, en el mismo medio, otro grupo desde TECHO-Chile, Fundación Vivienda, GI-ESCR, Urbanismo Social y Casa Abierta, redactan un “Compromiso por el Habitar en Dignidad”. Coincidimos con la mayoría de sus planteamientos y celebramos su contenido: una nueva institucionalidad, la “página en blanco” para abordar la equidad territorial desde un enfoque que potencie las escalas regionales, metropolitanas y -sobre todo- la barrial; y la urgencia de dejar de pensar la vivienda sólo como un techo, para avanzar en la “consagración del interés público en la regulación del uso del suelo” que materialice parte de los anhelos colectivos del derecho a la ciudad. Sin embargo, ambos grupos elaboran propuestas cuyo contenido en gran medida ya son un consenso transversal en el mundo social, político y académico. Desde Ciudad Constituyente creemos que la Nueva Constitución debe ir un paso más allá.

Nuestra plataforma de organizaciones sociales, territoriales, movimiento de pobladoras y pobladores, vecinas y habitantes apunta hacia la transformación democrática, feminista y sostenible de nuestros territorios, ciudades y barrios. Dejando atrás la herencia neoliberal, antiecológica y patriarcal, abogamos por un Estado garante de los derechos al hábitat, reemplazando la lógica mercantil y subsidiaria por la justicia socio ambiental y la solidaridad. Queremos la ciudad de las y los peatones, de la movilidad sostenible, cuya regulación y planificación del suelo sea desde la integración social, los cuidados y el buen vivir de la población, respetando nuestros barrios y su identidad.

Recogiendo las demandas sociales por un habitar digno, debemos discutir principios esenciales para el futuro de nuestros espacios de vida. Entre ellos, la propiedad y su aplicación, anteponiendo el bien común y la sostenibilidad del cohabitar al interés individual. Es evidente que el derecho de propiedad es incuestionable en nuestra sociedad. Desde el enfoque de los derechos al hábitat, la seguridad jurídica de la tenencia es esencial, sin embargo, no podemos centrar únicamente esta seguridad desde la óptica de la defensa de ‘mi casa’ y ‘mi barrio’, sino desde la defensa del convivir entre muchas comunidades en un mismo territorio. Así pues, debemos repensar los alcances de la propiedad desde su función social y ambiental.

Esto significa que, además del alcance y garantía de los derechos fundamentales corresponde avanzar hacia los mecanismos de implementación y fiscalización, para que estos derechos se cumplan en el nuevo marco legal y normativo que redefiniremos una vez acordada la Nueva Constitución. En este sentido, la revisión de la función social del derecho de propiedad debe ser estratégica, más que dogmática. Repensemos este derecho desde su uso productivo, o sea, su inserción en la ciudad.

A partir de las exigencias de la sociedad y de la calidad de vida de todas sus comunidades, el texto constitucional deberá explicitar el bien común y los derechos vecinales como una garantía de dignidad, de una movilidad justa y de un medio ambiente sano y seguro, que regularice la especulación financiera y letra chica que propician las infracciones urbanísticas y el abuso inmobiliario. En síntesis, un hábitat que responda a las exigencias de los cuidados respetando los equilibrios de género; un hábitat que garantice una movilidad sustentable.

Creemos que la Nueva Constitución debe surgir del encuentro y el debate entre distintas perspectivas, saberes y experiencias. Valoramos las propuestas y visiones presentadas por distintos grupos, así como también nos haremos parte del proceso participativo que, esperamos, sea central en el proceso que comienza.

*Esta columna fue escrita colectivamente por la plataforma Ciudad Constituyente, adhiriendo a esta 51 integrantes de 24 organizaciones:

 

Adolfo López – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos de Chile

Ana María Cavalerie – Barrio Oriente Concepción

Ana Paz Casimino – Comité de Arq. Jóvenes, CAJ, del Colegio de Arquitectos de Chile

Ana Sugranyes – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectes de Chile

Ana Vergara – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos de Chile

Blanca Arcos – Corporación Rompiendo Barreras / MPVD / Antofagasta

Carolina Jacob – Mujer Arquitecta

Carolina Moore – Ciudad Común

Cristina Bonilla Araya- Geógrafas Chile

David Silva – Cooperativa de Trabajo Kincha

Diego García – Corporación Pedaleable

Dolores Reyes – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectes de Chile

Elena Stephens – Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales

Elizabeth Andrade – Corporación Rompiendo Barreras / MPVD / Antofagasta

Ernesto Medina – Aquí la Gente, la Esquina Ciudadana

Felipe Martínez – Comité de Arq Jóvenes, CAJ, del Colegio de Arquitectos de Chile

Fernando Toro – Ciudad Común

Francisca Magnani Orellana – Red de Mujeres por la Ciudad

Francisco Jiménez – Comité de Arq Jóvenes, CAJ, del Colegio de Arquitectos de Chile

Javiera Martínez – Ciudad Común

Jessica Marim – Corporación Rompiendo Barreras / MPVD / Antofagasta

José Luis Sepúlveda – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos / Temuco

José Osorio – Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales

José Piga – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos de Chile

José Vidal – Ciudad Común

Keyla Alencar da Silva – Red de Mujeres Afrodiaspóricas – NEGRADAS

Lake Sagaris – Laboratorio Para el Cambio Social

Lorena Zembrano – Movimiento de Pobladoras Vivienda Digna, MPVD / Tarapacá

Luis Hevia – Corporación Pedaleable

Manuel Marchant – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos de Chile

Manuela Narváez Parodi – Centro de Estudiantes de Geografía UC

Marco Rodriguez Ormazabal- Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos de Chile

Maricarmen Tapia – Revista Crítica Urbana

Maritza Villalobos Morales – Red de Mujeres por la Ciudad

Monica Valencia – Corporación Rompiendo Barreras / MPVD / Antofagasta

Natalia Manríquez – Vértice Urbano

Natalia Ramírez – Geógrafas Chile

Oscar del Solar – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos de Chile / Coyhaique

Osvaldo Torres – La Casa Común

Pablo Rojas – ONG de Desarrollo ATTAS-FRACTAL

Patricia Boyco – SUR Corporación de Estudios Sociales y Educación

Raquel Águila – La Casa Común

Rodolfo Jiménez Cavieres – Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos de Chile

Sandra Aguilera Cortés – Colectivo Muévete

Sebastián Fredes Rodríguez – Centro de Estudiantes de Geografía UC

Silvia Emanuelli – Coalición Internacional del Hábitat, América Latina, HIC-AL

Susana Aravena – Red Hábitat Popular

Tamara Jeri – SUR Corporación de Estudios Sociales y Educación

Valentina Pineda Mendizábal – Ciudad Constituyente

Valentina Saavedra Meléndez – Vértice Urbano y Red de Mujeres por la Ciudad

Yasna Amarales – Red Hábitat Popular

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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