Catorce Mujeres

  • 23-01-2022

El derecho internacional de los derechos humanos reconoce la situación de desigualdad de las mujeres y la discriminación estructural como uno de los retos a superar debiendo enfrentar los estigmas, estereotipos y violencia asociados. En Chile, la mitad de la población corresponde a mujeres sin embargo, el registro de su participación en la historia colonial y republicana ha sido un tema de preocupación reciente. La participación de las mujeres en ámbitos sociales, culturales, económicos y políticos ha estado ausente de los grandes relatos de la historia de nuestro país y se presentaba sólo como un elemento complementario y no constitutivo de la historia nacional[i].

El 8 de enero de 1949 se promulgó la Ley N° 9.292 que habilitaba el derecho a voto de las mujeres en las elecciones presidenciales de 1952 y que fue ejercido para la elección de Carlos Ibáñez del Campo. Lo anterior, significó la integración de las mujeres a la totalidad de las esferas de acción en la política nacional y por cierto un gran avance en el ejercicio de derechos de las mujeres. Sin embargo, con la instalación de la dictadura militar primó una mirada de corte paternalista y asistencial que significó un enorme retroceso en el proceso de constitución de relaciones independientes y horizontales para las mujeres tanto a nivel público como privado. Una de las herencias más lamentables con que se inició el desafío democrático en 1990 fueron las políticas económicas neoliberales que establecieron un rol de la mujer no sólo con grandes anhelos de igualdad de oportunidades sino también con una cuota importante de individualismo. El hito histórico que  se  produce  el año 2006 con la llegada de la  Presidenta  Michelle  Bachelet  Jeria  a  La  Moneda, es  sin duda un avance importante al convertirse en la primera mujer Presidenta de la República.

Un estudio de la UDP de 2013 señala que los niveles de presencia de mujeres y hombres son muy similares en cargos de alcaldes, senadores y diputados y aumenta en concejales probablemente por el sistema proporcional que permitía mayores cupos y menor escala en la pirámide de poder. Además, señala que existe una menor presencia de mujeres en designaciones de intendentas (13,3%) que de ministras (28,6%) y advierte una baja incorporación de mujeres en niveles altos de toma de decisión agregando que no parece ser un problema exclusivo del sistema político, sino más bien uno estructural de esta sociedad, pues se observa dicha dinámica en una gran gama de sectores de la vida nacional[ii].

Hoy es un día histórico porque catorce mujeres conformarán el gabinete ministerial del Presidente electo Gabriel Boric tratándose de la primera vez en nuestra historia en que hay presencia mayoritaria de mujeres. Por lo mismo, “catorce mujeres es mucho más que catorce mujeres” y parece la materialización de la promesa de transformación y cambio de los equilibrios de poder político para las personas que habitamos este país y que aspiramos a tener acceso a ocupar todos los lugares de la vida nacional sin sesgos ni discriminación por razones de género. Esperamos sea un primer paso muy significativo que permita abolir y derrumbar la discriminación estructural en la que siempre hemos habitado.

[i] http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3451.html
[ii] Universidad Diego Portales. Instituto de Investigación en Ciencias Sociales.  Mujeres y Poder. 2013.

 

Jeannette Rosentreter Z.
Docente Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Magíster en Derecho Internacional de los Derechos Humanos

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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