Ha trascendido en la prensa, la intención del actual gobierno de priorizar cuatro proyectos para ser evaluados por el Comité de Ministros, dos de los cuales se emplazan en la región de Valparaíso y han tenido un alto rechazo por parte de la ciudadanía. Se trata de la central termoeléctrica Los Rulos en Limache y del Saneamiento del terreno Las Salinas en Viña del mar.
El primero, pretende instalar una central termoeléctrica de ciclo combinado a gas natural en la comuna de Limache, impactando negativamente el Valle de Marga Marga y la reserva de la Biosfera La Campana- Peñuelas, poniendo en riesgo la flora y fauna nativa y la salud de las personas, razón por la cual ha tenido el rechazo transversal de los habitantes de las comunas de Quilpué, Villa alemana, Limache y Olmué.
La central operará principalmente con gas natural, pero utilizará petróleo diésel como combustible de respaldo para situaciones de emergencia. Irónicamente, el titular del proyecto argumenta en defensa de éste, que – a diferencia de las centrales termoeléctricas a carbón – generaran un suministro eléctrico seguro y estable, con energía sustentable, minimizando las emisiones de gases de efecto invernadero y con un bajísimo consumo hídrico.
El bajísimo consumo hídrico al que se hace referencia y, que requiere la central para su funcionamiento, es de 310.000 litros de agua al día, en una región golpeada severamente y desde el año 2010 por una sequía extrema. Además, es la región más vulnerable del país a los efectos del cambio climático con proyecciones de aumento de las temperaturas y disminución de las precipitaciones hacia el año 2050, según indica un estudio del Ministerio de Medio Ambiente.
El proyecto cuenta con resolución de calificación ambiental (RCA) favorable desde el 10 de febrero de 2015. Posteriormente, el 19 de marzo de 2020 el Segundo Tribunal Ambiental (Santiago) rechazó la reclamación que buscaba invalidar el proceso de evaluación y calificación ambiental favorable del proyecto, sentencia que fue anulada por la Corte Suprema el 1 de julio de 2021, además el fallo del tribunal supremo obligó a retrotraer el proceso de calificación ambiental hasta resolver todas las observaciones y consultas pendientes en el proceso. Por lo tanto, el Consejo de Ministros debe revisar todas las reclamaciones referidas al caso y pronunciarse al respecto.
Con respecto al segundo proyecto priorizado en la región, se trata del Saneamiento del Terreno Las Salinas, proyecto ubicado en una superficie total de 15,8 hectáreas, en un sector donde por más de 80 años se desarrolló actividad industrial por parte de empresas petroleras, y que se encuentra altamente contaminado por hidrocarburos, metales pesados y pesticidas.
Actualmente el terreno está habilitado para el uso de “parques y jardines” (RCA N°203/2004), y se pretende el saneamiento con el único propósito de cambiar el uso de suelo a “mixto” lo que permitiría emplazar en el lugar un proyecto inmobiliario de gran escala, con 26 torres que serán utilizadas principalmente como segunda vivienda.
Los riesgos asociados al desarrollo de este proyecto se deben a su carácter experimental, pues es inédita su aplicación en el interior de una ciudad. El saneamiento provocará la emanación de gases y vapores tóxicos que impactarán directamente a la salud de las personas que viven en las poblaciones aledañas, como la población Vergara.
Ambos proyectos priorizados por el actual gobierno, ponen en riesgo la salud y la calidad de vida de los habitantes de la región, son dañinos para el medio ambiente y sólo persiguen beneficiar intereses privados, en desmedro de las personas y sus territorios. Además, no consideran las implicancias de los mismos en medio de una crisis climática ambiental, que afecta de manera especialmente dramática a la región. Como ha sido recurrente en esta administración, desde que comenzó su mandato y hasta último minuto, el desprecio por las personas y el ambiente se marca como sello de uno de los peores gobiernos de la historia reciente del país.