¿Se acerca el fin de la guerra? Moscú y Kiev comienzan las negociaciones en Bielorrusia

Delegaciones de los gobiernos rusos y ucranianos se encuentran reunidos en la región bielorrusa de Gómel con la misión de buscar un entendimiento que permita el alto al fuego.

Delegaciones de los gobiernos rusos y ucranianos se encuentran reunidos en la región bielorrusa de Gómel con la misión de buscar un entendimiento que permita el alto al fuego.

Las negociaciones entre las delegaciones de Rusia y de Ucrania han arrancado este lunes en la región bielorrusa de Gómel. La reunión se celebra cerca del río Prípiat, aunque no se especifica el lugar exacto por motivos de seguridad.

Desde la Oficina del presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, anunciaron que las cuestiones clave que se abordarán durante las negociaciones serán el alto el fuego inmediato y la retirada de las tropas rusas del territorio del país.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no ofreció detalles de la postura de la delegación rusa. Asimismo, lamentó que la conversaciones no arrancaran un día antes, lo que se debió a que la contraparte ucraniana arribó con retraso por causas logísticas.

La comitiva ucraniana está integrada, entre otros altos rangos por el ministro de Defensa, Alexéi Réznikov; el vicecanciller Nikolay Tochítsky; el asesor del jefe de la Oficina presidencial, Mijaíl Podolyak y el jefe de la facción del partido gobernante Servidor del Pueblo, David Arajamiya.

Mientras, la delegación rusa está encabezada por el asesor presidencial Vladímir Medinski y la integran el viceministro de Defensa, Alexánder Fomín; el vicecanciller Andrei Rudenko; el jefe del Comité de la Duma Estatal sobre las relaciones internacionales, Leonid Slutsky y el embajador de Rusia en Bielorrusia, Borís Gryzlov.

Inicialmente, el mandatario ucraniano descartó la posibilidad de dialogar con Rusia en el territorio bielorruso. Sin embargo, las partes llegaron a un acuerdo tras mantener Zelensky una conversación telefónica con su homólogo Alexánder Lukashenko.

El escepticismo marca el inicio del diálogo

Las posiciones están muy alejadas. El negociador ruso, Vladimir Medinski, afirmó que Moscú quiere encontrar un acuerdo. Pero seguidamente advirtió que cada hora que pasa hay ciudadanos y soldados ucranianos que mueren.

“Ucrania no capitulará”, advirtió anoche el jefe de la diplomacia ucraniana, Dimitro Kuleba. Para la presidencia ucraniana, el principal objetivo de las discusiones con Moscú es negociar un cese el fuego inmediato y el retiro de las fuerzas rusas. Una exigencia muy osada teniendo en cuenta la superioridad del ejército ruso. El propio presidente ucraniano Zelensky se mostró escéptico sobre el resultado de estas negociaciones.

Si finalmente envió una delegación, ha sido con el argumento de que, de esta manera, Moscú no podría decir que ellos no hicieron el intento.

En una conversación con el primer ministro británico Boris Johnson, Zelensky, indicó que las próximas 24 horas serán cruciales para Ucrania.

En la mañana del lunes se escucharon fuertes explosiones en la capital. Otras retumbaron en Járkiv, segunda ciudad del país, cuyo control fue retomado por las fuerzas ucranianas la víspera. La superioridad militar de Rusia es, sin embargo, apabullante. Los rusos reivindicaron hoy la supremacía aérea en toda Ucrania y aseguran que se han activado corredores humanitarios para todos quienes quieran abandonar la zona del conflicto.

La ONU indicó en un balance provisional de 102 civiles muertos y 304 heridos, pero las cifras reales son más elevadas, dijo Michelle Bachelet, Alta Comisionada del organismo para los Derechos Humanos. Unos 368.000 refugiados han huido ya de los combates. El domingo, el ministro de Sanidad ucraniano evocó 352 civiles muertos, entre ellos 14 niños, y de mil 684 civiles heridos, entre ellos 116 niños.





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