“Aquellos” que invaden y hacen la guerra

  • 14-03-2022

A partir del 24 de febrero del 2022, otro año crudo, hemos visto cómo el Kremlin (no los rusos) invadió a Ucrania dejando desolación, muertes y miseria a su paso, aumentando las repercusiones económicas que trajeron los dos años acumulados de pandemia.

Aunque Putin no quiera reconocer a Ucrania como un estado y desea soberanía allí donde llevó sus tanques y tropas, los ucranianos pelean por su espacio consiguiendo algunos “guiños” de solidaridad entre sus camaradas de las Naciones Unidas.

Algo similar ocurre con “aquellos” (los machitos) que, se “hacen los zares” e invaden sin pudor áreas de las cuales no están actualizados ni bien armados, estableciendo alianza con algunos “bielorrusos o bielorrusas convenencieros” que persiguen algún tipo de poder al igual que ellos. Más pronto que tarde se descubren las razones avaras, que son los reales motivos. La pregunta que cabe es, ¿invadir y aniquilar proviene solamente de lo masculino?

Los “Aquellos”, hacen la guerra a su manera. Por ejemplo, levantan bulos acerca de la vida personal y profesional de una mujer, las aíslan, les mienten, las utilizan, las ridiculizan entre otras artimañas ratonescas propias de la competencia masculina. Competencia que quizás íntimamente les da algo de viril jineta o medalla de guerra.

La resistencia hacia “Aquellos” claro, tiene un precio. El grado de oposición es alto cuando no les sigues la corriente.  Guardando las proporciones evidentemente, se puede comparar con la resistencia ucraniana que se juega la vida por defender lo propio. Mujeres preparando el cóctel molotov para impedir la toma de sus ciudades.

Ambos costos de resistencia son muy altos. Sobrevivir el flagelo del machismo, provoca tragedia humana en las mujeres. Depresiones, suicidios, enfermedades. Mucho más dolorosa es tragedia humanitaria que se vive en este instante en las tierras de los girasoles. El terror invade cada centímetro de las ciudades y puertos.

Volviendo al tema propuesto, todo lo que hacen “aquellos” para dañar o pisar es violencia hacia las mujeres. Violencia que, a causa de las revoluciones feministas de 2018 y su desenlace, es castigada gracias a las nuevas leyes que operan en las universidades chilenas y que esperamos, se hagan efectivas, toda vez que se reciban denuncias. Aunque hay que avanzar para fortalecer que las denuncias se realicen re-pensando las estrategias, y buscando armas para resistir.

Y mientras que los girasoles se incendian, brota el espíritu de supervivencia ucraniano, el mismo que demostramos en el día a día para que no nos venzan, para que “aquellos” no nos eliminen.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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