La mañana de este miércoles en el Cementerio General de Concepción se llevó a cabo la exhumación de los restos de Tatiana Fariña, militante de las Juventudes Comunistas quien fue muerta en 1985 a los 19 años de edad.
Si bien el informe forense de la época señaló que el deceso se produjo por politraumatismo esquelético y visceral a raíz de la mala manipulación de un artefacto explosivo, hay varios hechos que rodean el caso y que apuntan a que Fariña fue asesinada por agentes de la dictadura militar.
Uno de ellos es que la hora de su muerte fue establecida antes de la hora de la explosión y además que su cédula de identidad fue encontrada en dependencias de la Municipalidad de Lo Prado, entonces intervenida por el régimen de Augusto Pinochet al igual que todas las municipalidades del país donde operaban alcaldes designados.
Para las hermanas de Tatiana, la exhumación de sus restos es un hecho relevante en la búsqueda de justicia y verdad después de 37 años sin conocer lo que realmente ocurrió con la joven estudiante.
Victoria Fariña comentó que el objetivo de la diligencia es “establecer a través del ADN la identidad de Tatiana ya que fue identificada por otros medios y además realizar exámenes antropológicos que nos van a servir hoy día para determinar algunas otras circunstancias ligadas a otros aspectos de la investigación que tienen que ver con las declaraciones, con algunos cabos sueltos por lo que nosotros consideramos importante presentar la querella”.
Entre esas diferencias está “la hora de su fallecimiento entre la ocurrencia de la explosión y su data de muerte que fue anterior. Su carné de identidad fue encontrado en la Municipalidad de Lo Prado un mes después de ocurridos los hechos y además porque ella habría relatado a algunos compañeros de la universidad encontrarse en una situación de seguridad compleja, que la estaban siguiendo”.
Victoria Fariña señaló además que “el ministro de la época sólo determinó a quien correspondían los restos y cerró la investigación sin avanzar en por qué entonces Tatiana fallece ahí y quiénes intervinieron en esto, cómo ocurrió”.
La hermana de la víctima subrayó que “es importante para la familia, después de 37 años, estar todavía esperando verdad, justicia, demandando también la memoria, la reparación y por supuesto las garantías de no repetición considerando que aún hay muchas familias hoy día demandando el esclarecimiento, encontrar a sus detenidos desaparecidos y la verdad sobre lo ocurrido con los ejecutados políticos”.
Respecto de la posibilidad de avanzar más en conocer sobre lo ocurrido con las víctimas de la represión de la dictadura durante el gobierno del Presidente Gabriel Boric, Verónica Fariña indicó que existe un compromiso el cual esperan que se concrete en esta materia.
De todas formas, precisó que “hay un pacto de silencio de quienes están detrás de las graves violaciones a los derechos humanos y que ese pacto de silencio nos tiene, 37 años más tarde y a muchas otras personas desde mucho antes, exigiendo justicia. Como sociedad debemos erradicar el negacionismo, prohibamos la incitación al odio que hoy existe sobre todo de sectores de derecha y ultra derecha y que se restablezca la memoria y la reparación en lo social y en lo político también”.
Benicia Fariña, también hermana de Tatiana, agregó que “nosotros queremos la verdad, en especial porque son 37 años desde que mi hermana desapareció, desde que falleció y mi padre falleció el año pasado esperando saber la verdad”.
Según algunos testimonios, Tatiana Fariña fue detenida días antes del 14 de mayo de 1985 por agentes de la CNI y llevada al Cuartel Borgoño de ese grupo represivo donde fue torturada hasta la muerte. Los propios agentes habrían montado la explosión ese día 14 en el municipio de Lo Prado, donde además falleció una funcionaria de esa entidad, para encubrir el crimen de la joven universitaria.