Un grupo de casi 200 dirigentes, abogados e investigadores vinculados con los derechos humanos hicieron pública una declaración de apoyo a la propuesta de nueva constitución que será votada en Chile el próximo 4 de septiembre. Entre los firmantes están Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina; José Ruiz Rodríguez Zapatero, jefe del Gobierno Español 2004-2011; el abogado Baltasar Garzón y Erika Guevara Rosas, directora para Las Américas de Amnistía Internacional.
El documento señala que “la propuesta de nueva Constitución para Chile significa un gran avance para la consagración de los derechos humanos y que su aprobación se traducirá en un nuevo impulso al movimiento global por su vigencia. En Chile, un país que vivió en carne propia las más dolorosas violaciones a los derechos humanos, se levanta ahora una oportunidad para reafirmar su importancia e inspirar a las naciones del mundo”.
Agrega que “resulta particularmente relevante que esta propuesta constitucional haya emanado de un proceso democrático, participativo e inclusivo, en una asamblea paritaria y con integración especial de representantes de los pueblos originarios, resguardando los derechos de todas y todos los habitantes del país”.
Para los firmantes, es especialmente importante lo que esta propuesta supone para el estándar internacional en derechos humanos. Al respecto, plantea que “aplaudimos la centralidad que la propuesta constitucional le entrega a los derechos humanos económicos, sociales y culturales. Dichos derechos, que muchas veces han sido relegados a un segundo plano, son reconocidos como principios orientadores del rol del Estado Social y Democrático de Derecho, llevando a Chile a los más altos
estándares internacionales en la materia”.
A su vez, agrega, “la propuesta de nueva Constitución para Chile garantiza rigurosamente el principio clave de la universalidad de los derechos humanos, que implica que todas y todos gozan del mismo derecho a gozar de los derechos humanos. Asimismo, establece que los derechos humanos deben ser considerados inalienables, indivisibles e interdependientes, y no discriminatorios. Es también importante que disponga que el Estado tiene obligaciones y deberes de respetar, proteger y cumplir el conjunto de los derechos humanos”.
Finalmente, plantea que “cuando avanzan los derechos humanos en un país, avanzan en la región y el mundo. Por eso, las y los abajo firmantes invitamos al pueblo soberano de Chile a aprobar esta nueva Constitución de la dignidad, con la certeza de que se convertirá en un referente para el mundo”.