Segura e indignada. Así se pudo ver este martes a la viuda de Néstor Kirchner después que el Tribunal Oral Federal # 2 de Buenos Aires rechazara su pedido de ampliar la declaración indagatoria que había solicitado. Cristina apuntó contra la Justicia y la derecha macrista, luego que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieran para ella una condena de 12 años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, basándose en la acusación del ministerio público por asociación ilícita y administración fraudulenta debido a presuntas irregularidades con obras públicas en Santa Cruz, caratuladas como “Causa Vialidad”, ocurridas cuando ella ejercía la Presidencia de la República Argentina. La petición de condenas se extiende a otros 11 ex funcionarios involucrados, con penas que van de los 6 a los 10 años. Para el entonces presidente de la firma “Austral Construcciones”, Lázaro Báez, sindicado por la acusación como “socio” de Cristina en la asociación ilícita, se solicitaron también 12 años de cárcel.
Durante la mañana de este martes, la vicepresidenta salió de su departamento para dirigirse al Congreso rodeada por centenares de personas que la aclamaban, lo que se repitió a su llegada a la sede del poder legislativo, donde saludó a la militancia peronista apostada desde temprano a las puertas del edificio del parlamento, desde donde emitió su discurso de defensa en el marco de la Causa Vialidad. Allí, Cristina reiteró en defensa televisada que su condena “ya está escrita” y cuestionó la pena solicitada por Luciani y Mola: “Por eso piden 12 años, porque esos son los 12 mejores años que tuvieron los argentinos en décadas”, aseguró Cristina.
Además, la brava política denunció los vínculos entre los magistrados, fiscales y el ex presidente de derecha Mauricio Macri, los que habrían quedado demostrada a propósito de los partidos de fútbol jugados por éstos en la quinta “Los Abrojos”, de propiedad del ex mandatario derechista. Ello, luego que el medio Página 12 publicara fotos del fiscal Diego Luciani y del juez titular del Tribunal Oral Federal # 2, Rodrigo Giménez Uriburu, jugando fútbol en “Los Abrojos”. Cristina Fernández argumentó en su recusación que las fotos publicadas por Página 12 “denotan una clara relación de amistad” entre ambos, lo que sumado al lugar en el que jugaron los partidos -según la presentación- “ha lesionado de manera intolerable la garantía del juez imparcial y vulnerado el principio de objetividad y respeto de la legalidad”. Y, en tono sarcástico, agrego: “a Macri lo sobresee el arquero del Liverpool” en referencia Liverpool! el equipo del Fiscal Luciani, del Pte. del Tribunal Giménez Uriburu y del miembro de la Cámara Federal, Carlos Llorens (que sobreseyó a Macri en la causa por espionaje a los familiares de las víctimas del ARA San Juan),según escribió en twitter. “Ya no hay partidos militares, pero hay partido judicial”, sentenció, sosteniendo que el llamado “lawfare” (o “batalla legal”) implica que “aquí protegen a los que verdaderamente roban en el país”.
Por la misma razón, cuestionó la cobertura del caso por parte de los diarios “Clarín” y “La Nación”, a los que tildó de ser “las dos naves insignias del ‘lawfare‘ y los acusó de hablar de sobreprecios con números que nadie sabe de dónde sacan. “Se decía que se habían cobrado obras que no se habían hecho. Eso era una estafa monumental”, explicó con sorna. “Cuando comenzó el juicio, estuve cinco días escuchando sentada en (el tribunal de) Comodoro Py, escuchando acusaciones que eran una ficción, y bastante mala por cierto”, agregó en igual tono. Contó que en la ocasión había pedido que se le permitiera plantear su defensa por televisión, lo que le fue negado. Calificó, de paso, como “obsceno guion que montaron los fiscales” el trato recibido en la causa. “Si algo faltaba para confirmar que no estoy ante un tribunal de la Constitución, sino ante un pelotón de fusilamiento mediático-judicial, es impedirme all ejercicio del derecho de defensa ante los cuestionamientos”, insistió.
La petición hecha por Luciani y Mola en contra de Cristina Fernández ha movilizado no sólo al peronismo, sino a diversas fuerzas políticas y sociales argentinas, entre ellas las que defienden temas relacionados muy sensiblemente con los derechos humanos. Luis D’Elia, dirigente piquetero, llamó a “cortar las rutas por tiempo indeterminado” para apoyar a Cristina Kirchner. “Esta Corte Suprema es escandalosa y el Poder Judicial está totalmente tomado”, sostuvo el dirigente. Además dijo que “esto no se resuelve con marchas esporádicas a las plazas y a la casa de Cristina, tiene que haber millones de argentinos peleando en las calles contra el lawfare”, señaló. Por su parte Hebe de Bonafini, la histórica presidenta de “Madres de Plaza de Mayo” reveló que habló con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y la encontró “bien, fuerte y segura de lo que tiene que hacer”. Y agregó: “si el pueblo sale a la calle les vamos a ganar, porque somos más”.