EE.UU. retirará a Guaidó reconocimiento como "presidente interino" de Venezuela

Según CNN, la decisión se hará efectiva a partir de enero del 2023 cuando comience el nuevo período legislativo en Estados Unidos, algo que también corroboró en Londres la publicación británica Financial Times.

Según CNN, la decisión se hará efectiva a partir de enero del 2023 cuando comience el nuevo período legislativo en Estados Unidos, algo que también corroboró en Londres la publicación británica Financial Times.

El rimbombante título con el que Juan Guaidó se autoproclamó en 2019 supone un cargo que, para efectos legales y reales, jamás significo nada, más allá de permitirle acceder a ciertos activos en bancos extranjeros “amigos”, o sea, un título sin cargo que, no obstante le rendía pingües ganancias pues -eso sí- lo ponía en contacto con fondos reales constantes y sonantes. Un título artificial que el ultraderechista Donald Trump -en razón de su ferviente anticomunismo- reconoció oficialmente de inmediato. Y que fue seguido, cómo no, por los gobiernos del Reino Unido y -aunque parcialmente- por la OEA presidida por el uruguayo Luis Almagro así como por la Unión Europea, liderada por la política derechista alemana Úrsula Gertrud Von del Leyen, ex ministra de Defensa en el tercer y cuarto gabinete de Angela Merkel.

Asimismo, algunos presidentes latinoamericanos siguieron la huella, como lo fue el también ultraderechista colombiano Iván Duque o el empresario Sebastián Piñera, entonces presidente chileno, quien demostró a Juan Guaidó su entusiasta apoyo viajando a Cúcuta, en la frontera colombo-venezolana el 22 de febrero de 2019, cuando, tras el show “Venezuela Aid Live”, se produjo allí un vergonzante aunque frustrado intento de invasión del territorio venezolano. Allí, Guaidó realizó altisonantes   declaraciones en compañía de Duque, Piñera y Mario Abdo Benítez, mandatario de Paraguay. Además, hubo una cincuentena de países con gobiernos derechistas que se alinearon en similar predicamento al reconocer a Guaidó como “presidente interino”.

La decisión tomada por Juan Gerardo Antonio Guaidó Márquez, este ingeniero civil y político venezolano aparecido como de la nada en la palestra internacional, se produjo el 23 de enero de 2019 cuando se negó a reconocer los resultados de las elecciones presidenciales de diciembre del año anterior. Para ello, se respaldó en el hecho de que apenas unas semanas antes, el 5 de enero, había sido elegido como presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, cargo al que había accedido siendo diputado del Estado de Vargas por el Partido “Voluntad Popular”, de raigambre socialdemócrata-progresista

Esta formación se había opuesto desde un principio al rumbo político y económico que había tomado Venezuela bajo la Revolución Bolivariana del Partido Socialista Unificado, conducida primero por Hugo Chávez y luego por Nicolás Maduro. “Voluntad Popular” era liderado por Leopoldo López, el ex alcalde de Chacao y actual refugiado político en Madrid, España, que durante el intento de golpe de Estado en contra de Chávez en 2002, orquestara las protestas públicas de la oposición que terminó con decenas de muertos.

Pero lo cierto es que gobierno de Nicolás Maduro ha comenzado a retomar cada vez con mejores perspectivas las relaciones bilaterales con los países de la región cuyos gobiernos, a su vez, han dado un giro hacia la izquierda. El más reciente ejemplo, y tal vez el de mayor significado, es la restitución de relaciones diplomáticas con su vecina Colombia, con la que comparte una importante raíz histórica y cultural.

En tanto, resultaba también que cada vez más claro que los esfuerzos liderados por Juan Guaidó para crear un gobierno de transición no fructificaban debido, entre otros factores, a acusaciones cruzadas de corrupción y problemas internos. En tanto, el presidente Nicolás Maduro y su gobierno continuaban consolidando a plenitud su poder y control sobre todas las instituciones del Estado.

Varios analistas y redes de medios han descrito que la presidencia interina de Guaidó fue perdiendo reconocimiento y que el otrora “autoproclamado mandatario de Venezuela” ha debido contemplar cómo su peso político en el exterior ha ido menguando año a año, al igual que su liderazgo sobre la oposición interna al Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Y ahora Juan Guaidó debe enfrentarse a la más dura de las realidades: su gran protector, su apoyo incondicional en el momento en que le fue necesario, ahora lo deja definitivamente fuera de juego al retirarle el reconocimiento a su condición auto asignada. Otra triste historia política latinoamericana en un continente donde no mandan los que creen mandar.





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