Cristóbal Bellolio: "No creo que Republicanos solo le gane a los tres partidos de derecha"

El profesor de Teoría Política de la UAI considera que el perfil senatorial de las elecciones favorecerá a las figuras políticas instaladas en la opinión pública y advierte los riesgos que radican en una imposición de Republicanos sobre Chile Vamos.

El profesor de Teoría Política de la UAI considera que el perfil senatorial de las elecciones favorecerá a las figuras políticas instaladas en la opinión pública y advierte los riesgos que radican en una imposición de Republicanos sobre Chile Vamos.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el abogado, profesor de Teoría Política de la Universidad Adolfo Ibáñez y autor de “El momento populista chileno”, Cristóbal Bellolio, dio cuenta de sus pronósticos sobre la elección de consejeros constituyentes que se avecina el próximo domingo 7 de mayo. Unos comicios que desde ya se vaticinan auspiciosos para la derecha en cuanto ha buscado electoralizar la agenda de seguridad y dónde se debate una presunta reestructuración de fuerzas en el caso que Republicanos logre imponerse a la triada de Chile Vamos, agrupada en la lista de Chile Seguro.

¿Ves posible que Republicanos tenga un sorpasso frente a Chile Vamos? Algunos vaticinan que la colectividad será la más votada de los comicios y que se convertirá en el Partido más importante del sistema político chileno.

Yo creo que les va a ir bien, pero no creo que les va a ir tan bien. Es decir, ellos vienen en una curva ascendente con la figura que llegó segunda, con un súper buen caudal de votos en la última elección que fue José Antonio Kast y el Rechazo acaba de ganar. Por lo tanto, ese mundo está súper envalentonado, así es que no me extrañaría que le fuera bien a Republicanos, sobre todo porque han ocupado -no solo ellos, varios más- el tema de la seguridad, de la delincuencia, especialmente han antagonizado al Gobierno y a la figura del Presidente Boric, que está pasando por un momento complicado. Y todo eso obviamente les va a rentar favorablemente a todos los actores políticos de oposición. Eso en principio.

Acordémonos que, en la elección de constituyentes original, la del mayo del 2021, el Presidente Piñera andaba muy complicado en términos de aprobación ciudadana. Creo que justo se estaba discutiendo el tercer retiro y eso hizo que la derecha se viera perjudicada, de hecho, le fue tan mal que no tuvo ni siquiera el tercio que todo el mundo pensaba que iba a obtener para poder tener algún tipo de influencia en la Convención, cosa que no ocurrió, obtuvo un 20% de la Convención. Es decir, la figura de Piñera se transformó en un salvavidas de plomo para la derecha en ese entonces. La gran pregunta es si la figura de Boric, que también está complicada en términos de aprobación, va a ser igualmente problemática para la izquierda, para el oficialismo en general. Entonces, desde ese punto de vista, uno pensaría que a los partidos de derecha les va a ir mejor, sin duda.

Republicanos específicamente, también le va a ir bien, la gente los identifica, pero no estoy seguro que logre desplazar a toda la otra coalición de derecha y en parte no estoy seguro porque es una elección de tipo senatorial, donde las circunscripciones son territorialmente muy extensas, las campañas cuestan por lo tanto mucha plata y ha habido poco tiempo para hacerlas, y donde me da la impresión que les va ir mejor a nombres que ya están más o menos instalados en la opinión pública, a partidos que ya tienen cierta estructura territorial y por lo tanto, concuerdo de que hay una especie de atmósfera, de clima que uno percibe donde Republicanos se va a llevar una buena tajada, pero creo que en la práctica, como funciona una elección como ésta, finalmente igual le puede dar cierto respiro a los partidos más tradicionales. Yo no creo que Republicanos solo le gane a los tres partidos de derecha. A pesar de que creo que les va a ir bien, no creo que logren ser más en términos de representantes en la nueva Convención, que los que elija Chile Vamos.

Esta semana Chile Vamos arremetió con una interpelación a la Ministra Tohá ¿Consideras que esto puede mover en algo la aguja?

Yo creo que obviamente es una maniobra electoral para antagonizar al Gobierno en aquella área que es más débil, que es seguridad, orden público -cuando hablo de orden público estoy hablando de seguridad, migración, el tema de la Araucanía- y sabemos de hace un tiempo atrás que lo más complejo para este Gobierno, incluso más complejo que economía, ha sido orden público. Entonces, lo que hace Chile Vamos es aprovechar la última colita de la campaña para que en la retina de toda la gente se sepa quién es el antagonista: el Gobierno. Le están recordando a la gente que ellos son los que supuestamente, si es que van a estar en la nueva Convención, se van a preocupar de que tengamos un Chile seguro. A pesar de que la Constitución tenga poco y nada que ver con cómo se gestiona en la práctica, en el día a día, el control de la delincuencia, lo que ellos están tratando de hacer es decirle a la ciudadanía que si tu votas por ellos, habrá una menor sensación de inseguridad, así que yo creo que la interpelación a Tohá está completamente motivada por dejar la sensación de que ellos son los que de verdad se preocupan por el orden público.

En el caso de que se imponga Republicanos ¿Es previsible una reestructuración de las fuerzas de derecha? Por ejemplo, una fuga de militantes de la UDI a esa colectividad.

O sea, lo que está pasando es malo en dos sentidos desde ese punto de vista y si me permites esta reflexión: es malo para Chile Vamos porque gran parte de las derechas moderadas del mundo, si es que podemos llamar a Chile Vamos moderados, están experimentando el mismo problema, es decir que se hacen más atractivas las derechas radicales, o las derechas populistas radicales y la gente deja de votar por la centro derecha moderada.

Ha pasado en Francia, ha pasado en España, ha pasado en muchos países del mundo, en Europa, para qué hablar de lo que ocurrió en Brasil, ha pasado con el Partido Republicanos en Estados Unidos, pasó con el Brexit en Reino Unido, es decir en todos esos países la centro derecha moderada ha ido cediendo terreno frente a la extrema derecha, y lo que ha ocurrido en algunos países también, es que lo que dice la centro derecha es ‘no vamos a pactar con la extrema derecha, porque si pactamos con la extrema derecha, ellos son los que finalmente ganan’. Entonces, esa es la gran duda ¿Qué haces? Los dejas fuera y arriesgas a una súper hostil competencia electoral por esos votos, o los incluyes.

La primera estrategia es la estrategia del cordón sanitario, donde estableces una especie de frontera de aquellos grupos que tu consideras, que, si bien se dicen democráticos, su compromiso por los valores democráticos es débil, por lo tanto, los dejas fuera. Al no ir juntos en un pacto electoral lo que está haciendo hoy día Chile Vamos es una especie de estrategia de cordón sanitario. El riesgo es que le vaya muy bien a la derecha radical y como tú dices, parte de la derecha moderada diga ‘bueno ¿De qué sirvió el cordón sanitario si al final los votos se los están llevando ellos, la gente está votando por los partidos más polarizados?

Un escenario que se ha observado en otros sectores políticos…

A la centro izquierda esto ya le ocurrió. La centro izquierda chilena de alguna manera ya tuvo que ceder ante el Frente Amplio y el Partido Comunista, a los grupos más radicales de izquierda en su momento -no estoy hablando de este Gobierno, que hay harta mezcla- pero en su momento, lo que alguna vez se llamó la gran tribu, la gran cultura concertacionista ya de alguna manera cedió frente a esta naciente cultura Frente Amplista que era más radical. Ahora estamos viendo lo mismo en la derecha.

Si le va muy bien a Republicanos también es malo en un segundo sentido, que es que Republicanos ya ha dicho que no quiere una nueva Constitución para Chile. Es una posición bien extraña, si le va muy bien, van a ser protagonistas de un proceso que quieren hacer fracasar desde el día uno, entonces van a proponer puras cuestiones con el tejo pasado. Así como mucha gente decía que la Convención estaba llena de octubristas detonados, maximalistas, que venían con el tejo pasado, pidiendo cuestiones que evidentemente Chile no estaba preparado o demasiado radicales, bueno aquí quizás estos tipos van a terminar proponiendo cuestiones aún más autoritarias o conservadoras que la Constitución del 80. Total, les da lo mismo; total, como ellos mismos han dicho, Chile no necesita una nueva Constitución. Es decir, se van a lavar las manos si este proceso fracasa y eso es súper complejo, teniendo un grupo mayoritario, importante que desde el comienzo que esté remando en la dirección contraria, es complicado. Salvo que, y aquí una lucecita de esperanza final, el hecho de que sean protagonistas de la próxima Convención, los haga darse cuenta de que tienen efectivamente un poder relevante, que ya no son solamente un actor marginal que tiene que andar gritoneando desde la esquina, sino que realmente tienen el poder y quizás quieran tomárselo un poquito más en serio.

¿Cómo proyectas el rendimiento del Partido de la Gente?

En principio uno pensaría que el Partido de la Gente está ocupando un nicho relativamente similar, muy crítico de las élites políticas, una especie de populismo más bien de centro. Si el Partido Republicano es una especie de populismo de extrema derecha, el PDG sería una especie de populismo de centro, ambos son muy críticos, muy antagonistas, muy adversariales respecto del establishment político y económico, de las élites políticas y económicas, de los medios de comunicación, entonces en algunos sentidos son discursos que se parecen.

No sé cómo le va a ir al Partido de la Gente, pero también tienen una figura paraguas. Así como Kast es el paraguas de Republicanos, el PDG tiene un paraguas que es Parisi que obtuvo una súper buena votación en el norte y es probable que también obtenga ciertos consejeros que lo hagan sentarse en la mesa y sea un actor relevante en la próxima Convención. Uno esperaría que el PDG quiera participar de buena fe en este proceso, pero por lo que he escuchado, también son de la idea de que Chile no necesita una nueva Constitución. Seria bien curioso esto de que por fin se lograra tener a todo el espectro político más o menos tradicional, desde la UDI hasta el Partido Comunista, tratando de parir un texto consensuado y ofrecerle a todos los chilenos un gran acuerdo transversal -un poquito parecido a lo que ocurrió el 89 cuando desde oposición a dictadura se pusieron de acuerdo en reformas constitucionales y fueron votadas con un 90%, porque todo el mundo político estaba a favor- lo interesante que podría pasar es que todo el mundo político podría estar de acuerdo en un texto que fuera aportillado por Republicanos y el Partido de la Gente, dos actores políticos que no se sienten tradicionales sino que desafiantes.

Desde la vereda del oficialismo hay quienes consideran que Apruebo Dignidad se verá más favorecida en esta pasada ¿Compartes ese diagnóstico?

Es que ya no existe Apruebo Dignidad, la lista incluye al PS.

Unidad por Chile entonces. 

Sí, lo que pasa es que el PS llegó a salvar esa lista que de lo contario habría sido, como decía Girardi, la lista del indulto. O sea, el PS llega a ayudar a que esta lista obtenga un resultado decente, satisfactorio. Muy bien no le va a ir porque sería muy difícil que le vaya bien, porque son elecciones donde lamentablemente la gente no distingue muchas veces lo que está votando y al igual como ocurrió en todas las elecciones pasadas en temas constitucionales, la gente también ocupa este vehículo electoral para premiar o castigar al Gobierno. Entonces en este momento, como el Gobierno de Boric está complicado en términos de aprobación ciudadana, como el oficialismo está complicado, como la izquierda en general está complicada porque los temas más importantes de la agenda son orden público y economía, obviamente uno podría esperar que a la lista que representa al Gobierno no le vaya muy bien. A pesar de que yo creo que con la entrada del Partido Socialista va a obtener un resultado decente, pero no esperemos que le vaya muy bien. Sería muy raro que con el Gobierno de las cuerdas como está, le vaya muy bien a la lista del oficialismo, tan raro como sería que a la lista de derecha le hubiera ido muy bien en las elecciones de mayo del 2021

Esto sería gracias a la entrada del PS y gracias a que han cambiado también, de una manera un poco impúdica, su sello. Falta la música de los Quincheros no más en la franja del Partido Comunista, pasaron a ser los de la bandera negra y mapuche, que decían que se acabe Chile y quemarlo todo, a poner copihues y el campo chileno. Obviamente esta idea de una unidad para Chile, no digamos que era lo que les caracterizó el proceso anterior. El proceso anterior de hecho fue caracterizado, como ellos mismos han reconocido hoy día, por excluir deliberadamente a un sector político de los acuerdos, por excluir a la derecha aprovechándose de que les había ido mal en la elección, entonces es interesante que ahora ellos cambien el discurso y digan ahora que son los representantes de la unidad para Chile. Pero dicho eso, yo creo que esa lista va a tener algunos triunfos importantes, pero en general, son los que andan con el salvavida de plomo encima.

Hay algunos que ya suponen un posible cambio de gabinete dependiendo de cómo vaya el rendimiento de la lista ¿Lo ves factible?

No, el Gobierno ya hizo lo que tenía que hacer. El giro del Gobierno, el reconocimiento más importante de que su plan original no puede llegar a término, el reconocimiento de que tomaron nota de que el clima político en Chile cambió y de que ellos no pueden seguir con el diseño político original, eso ya pasó, fue después del 4 de septiembre. De hecho, lo que haría si fuera La Moneda es que trataría de no comprometer emocionalmente tanto al Gobierno con este proceso constituyente. Este es un proceso constituyente que ha sido impulsado principalmente por las fuerzas con representación parlamentaria, ha sido el Congreso, por así decirlo, el que ha tomado la iniciativa y creo que uno de los problemas del proceso anterior es que finalmente la gente identificó mucho al Gobierno con el Apruebo.

Entonces, es normal que la derrota del Apruebo se lea como una derrota estruendosa del proyecto político del Gobierno, pero el Gobierno ya acusó recibo de esa derrota, ya hizo los cambios que tenía que hacer al respecto. Qué más simbólico que haber puesto, después de haber criticado a la Concertación, a la hija política de Lagos como Ministra del Interior y haber nombrado a la hija política de Bachelet en SEGPRES, y ahora que se enfermó tuvo que dejar al expresidente del Partido Socialista. O sea, me parece que es el reconocimiento de que el Gobierno tuvo que girar a hacerse cargo de temas que lamentablemente no son los que le hubiera gustado. Al Gobierno le encantaría seguir hablando de lenguaje inclusivo, de derechos humanos, de redistribución, obvio, si esos son los temas con los que la izquierda se siente más cómoda, pero lamentablemente le ha tocado gobernar con una agenda que suele ser más natural en el repertorio de la derecha. No digo que lo hagan mejor, pero por lo menos en el repertorio discursivo de la derecha.

Creo que el Gobierno ya hizo el giro político relevante. Ahora, no creo que el Gobierno esté apostando a sacar mayoría ni mucho menos. O sea, un buen resultado para el Gobierno sería lograr que entre la pura derecha y el PDG no logren los 3/5, cualquier cosa que impida eso ya sería bueno para La Moneda, pero yo que La Moneda me iría olvidando de que tengo que matricularme con tanto romanticismo e intensidad como me involucré en el anterior.

¿Cómo proyectas la participación de las elecciones? Sondeos como Feedback-UDP arrojaron más de un 80% de desconocimiento sobre el proceso ¿Eso puede radicar en ausentismo?

No soy experto electoral así que no sabría decirlo. En principio la gente dice que en Chile cuando hay voto obligatorio, como somos cumplidores de la ley usualmente, eso generalmente tira la participación para arriba. Ahora, yo no veo ni un cuarto de la emoción que hubo en el plebiscito de salida donde todo el mundo ya con cierta anticipación estaba súper camiseteado. Este es un proceso bastante menos sexy, es bastante menos atractivo en todo sentido. Para los candidatos, hay muchos que han ido a buscar al baúl de los recuerdos a figuras históricas como para tratar de mostrar que este trabajo no es para cualquier persona, no es para cualquier hijo de vecino, sino para gente con trayectoria en el sector público. Entonces, eso obviamente es poco atractivo para la población, entonces estoy super curioso, me encantaría saber qué ocurre con esta mezcla, porque por un lado estamos obligados a votar, pero por otro lado nadie está ni ahí, muy poca gente está realmente interesada en esta elección, entonces es una buena pregunta ¿Qué pasa en ese caso?

Sabemos qué pasa cuando hay voto obligatorio y la elección está capturando la atención del país, eso fue lo que ocurrió el cuatro de septiembre del año pasado, todo el mundo fue a votar, pero ahora que seguimos teniendo voto obligatorio, o sea la amenaza de sanción existe aún, pero por otro lado hay cero intensidad, cero ambiente de campaña, no sé qué va a pasar. Mi intuición me dice que va a votar mucho menos gente que en el plebiscito, pero que como va a ser obligatorio y mucha gente se va a enterar de que es obligatorio, aunque no conozca a los candidatos, va a ir igual y van a marcar cualquier cosa y eso en general le conviene más a la oposición, porque se ocupa como un castigo al Gobierno.





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