Siempre resulta un desafío auscultar de qué está hecha una victoria electoral, pero más lo es en el caso actual del Partido Republicano, cuando el hecho se produce luego de una elección extraordinariamente desinformada y de las señales contrapuestas que viene entregando la ciudadanía desde hace cuatro años. Un estudio de la Escuela de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, luego de revisar los resultados por mesas, concluye que los ganadores obtienen sus mejores resultados en las comunas con una mayor presencia evangélica, tal como en aquellas golpeadas por la delincuencia y que han tenido una mayor presión migratoria (el resultado extraordinario obtenido en Colchane es ilustrativo al respecto).
Pero un pequeño gran detalle: la escritura de una constitución no tiene que ver con Dios, con la delincuencia ni con la migración, por lo que se abre inmediatamente un problema de expectativas que el Partido Republicano deberá enfrentar solo, debido a que el resultado le da una clara hegemonía sobre el Consejo Constitucional.
El resultado también demuestra que a esta tienda le va muy bien en los sectores populares, a diferencia de la lista de Apruebo Dignidad, a la que le va crecientemente mejor en la medida que aumentan los ingresos de la población. Será asunto de otra columna por qué “los pobres del mundo”, parafraseando la letra de La Internacional, prefieren votar hoy por la extrema derecha que por las candidaturas progresistas.
Otro elemento sustantivo para analizar el resultado es el modo con que reaccionó el poder económico, al menos si se comprueba que teniendo como único factor atribuible el resultado de la elección, prácticamente todas las acciones de la Bolsa de Santiago experimentaron un alza, entre las cuales refulgieron las de las AFPs, con títulos como los de Provida que aumentaron en un 17,02% y las de Hábitat en un 15,74%. Al respecto, Diego Morales, country manager de la Fintech Trii en Chile, dijo que “gracias al resultado obtenido los mercados se ven bastantes esperanzados, hay una mirada positiva de lo que pueda venir hacia adelante en términos económicos”.
En paralelo, en su editorial de ayer lunes, El Mercurio decretó como inviable la agenda del Gobierno y señaló que ya no se debía insistir en la Reforma Tributaria y en la Reforma de Pensiones, iniciativas que en el primer caso buscaban aumentar la recaudación para financiar las políticas sociales y en el segundo incorporar una mayor proporción de solidaridad para incrementar las jubilaciones miserables que afectan a parte importante de los pensionados.
Habida esta discordancia entre las razones -en general- del voto de los individuos y el procesamiento que hace el sistema del resultado, el Partido Republicano deberá gestionar una tarea cuyos límites no corresponden a lo ofrecido en campaña. Si no puede construir una respuesta convincente, la decepción podría ser rápida.