Después de la renuncia del consejero electo Aldo Sanhueza (Republicano), la composición del Consejo Constitucional presenta variaciones interesantes de cara a su funcionamiento. Si el Tricel confirma la salida de Sanhueza, de acuerdo con el artículo 149 de la Constitución, quedará integrado por 50 consejeros y consejeras, y no por 51 como originalmente estaba contemplado.
Este nuevo panorama no presenta alteraciones si es que la fuerza política predominante en el Consejo decide aprobar normas del anteproyecto presentado por la Comisión Experta. Esto porque Republicanos y Chile Seguro tienen una representación mayor a los 3/5. Sin embargo, esta fuerza política no alcanza los 2/3 para rechazar las normas del anteproyecto. Con la renuncia de Sanhueza, el escenario para Republicanos y Chile Seguro cambia, porque con los actuales 33 consejeros no alcanzan a tener el 66,6% de representación en el Consejo. En estricto rigor, tendrán el 66%.
En consecuencia, si se originan desacuerdos insalvables en el contenido del anteproyecto, las fuerzas de derecha tienen que sumar la voluntad de otra persona en el Consejo para rechazar. La gran interrogante será descifrar quién prestaría ese apoyo adicional. Difícilmente, ese voto va a provenir de la coalición liderada por el oficialismo (Unidad Para Chile). Por esa razón, la posición de Alihuen Antileo, quien obtuvo el escaño reservado para pueblos originarios, será clave en los temas que mayor tensión se presenten una vez que el Consejo Constitucional comience a sesionar.
El cálculo político preliminar indica que Republicanos y Chile Seguro tienen la capacidad de aprobar por sí solos normas del anteproyecto constitucional, aunque Alihuen Antileo tendrá la última para palabra para rechazar o discutir los temas más controvertidos de nuestra próxima Constitución.
Gustavo Poblete Espíndola
Director Departamento Derecho Público
Universidad Alberto Hurtado