En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el coordinador de vinculación con el medio del programa de Reducción de Riesgos de Desastres, Pablo Sarricolea, abordó los impactos del sistema frontal que está aquejando a varias regiones del país.
En primer lugar, Sarricolea recordó que producto del cambio climático, “estamos viviendo tiempos en que los fenómenos externos se están haciendo más frecuentes. Grandes sequías, grandes inundaciones, en definitiva un ciclo hidrológico exacerbado producto del calentamiento global”.
Frente a ese escenario, “las ciudades no están preparadas. Están creciendo al ritmo de unas mil 400 hectáreas por año, en el caso de Santiago y la infraestructura para evitar anegamientos no está creciendo a la misma tasa” advirtió Sarricolea.
En todo caso, el también integrante del Centro del Clima y la Resiliencia, indicó que existen maneras de solucionar este problema de planificación urbana.
“Lo que hay que hacer es generar infraestructura que permita evacuar las aguas. Hay muchas alternativas, soluciones basadas en la naturaleza, por ejemplo, con parques urbanos, ir distribuyendo mejor la vegetación a lo largo de los ríos y quebradas; y lo mismo pasa con la infraestructura azul. Es decir, generar sitios donde el agua se pueda acumular”.
En esa misma línea, Sarricolea dio el ejemplo de Barcelona, donde las plazas “son verdaderos colectores de agua lluvia y esa agua luego se aprovecha para riego de pasto donde la gente puede hacer vida social”.
El experto además aseguró que se trata de un tema “multiescalar”: “Hay escalas que son de los gobiernos regionales, que se tienen que hacer cargo de la infraestructura a nivel metropolitano o de la región. Hay otros que son temas provinciales, comunales. Los municipios también son responsables de apoyar a la ciudadanía y sin duda, nosotros mismos. Si nos están anunciando un gran sistema de precipitaciones como este, también tiene que haber un autocuidado, tenemos que tener precauciones con la limpieza de nuestras canaletas y nuestro espacio cercano”, sugirió.
Por último, Sarricolea se refirió a la relación entre el Estado y el mundo académico, que a su juicio, debería afianzarse aún más para buscar soluciones.
“Existen vínculos pero yo creo que todavía son insuficientes. Creo que tenemos muy buenos geógrafos, muy buenos ingenieros, arquitectos, que debiesen estar más de la mano con las políticas públicas”, dijo.
“Una cosa es que el agua no genere un aluvión y otra es que igual afecta a las poblaciones que están en las partes más bajas. Entonces, falta una mirada más sistémica de los problemas que afectan nuestras ciudades”, añadió.