Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 1 de mayo de 2024


Escritorio

A la memoria de las víctimas de los vuelos de la muerte

Columna de opinión por Memorial Aeródromo Tobalaba
Jueves 29 de junio 2023 17:57 hrs.


Compartir en

Nos convoca la Memoria de nuestros compatriotas que por soñar un país más justo, fueron detenidos, torturados y luego desaparecidos. La memoria es fundamental para asegurar la cultura y la vida de los pueblos, se torna más importante cuando esta da cuenta de hechos que afectaron los Derechos Humanos de las personas.

Nos convoca la necesidad y la urgencia que los hechos ocurridos durante la dictadura cívico militar, no vuelvan a repetirse en nuestro país. Exigimos y trabajamos para establecer un memorial frente al Aeródromo de Tobalaba, pues de allí emanaron las órdenes y los helicópteros que realizaron “los vuelos de la muerte” para hacer desaparecer entre 700 y 900 de los 1.200 Detenidos Desaparecidos reconocidos por la Comisión Verdad y Reconciliación, entre otras instituciones dedicadas a la investigación en derechos humanos, habrían transitado, vivos o muertos, por el aeródromo de La Reina, entre 1973 y 1987. Según las averiguaciones posteriores de los tribunales de justicia chilenos, gran parte de los cuerpos de estos detenidos desaparecidos habrían sido atados a pedazos de rieles de tren y lanzados al mar desde helicópteros de las Fuerzas Armadas.

Desde una concepción estratégica, el aeródromo de La Reina fue utilizado en estas circunstancias por encontrarse muy cerca de distintos recintos militares y de lugares secretos de detención y tortura, en particular Villa Grimaldi y del centro de exterminación Simón Bolívar 8800. Según el periodista Jorge Escalante, el aeródromo fue el símbolo más claro de la estrategia de exterminio de la dictadura. De acuerdo a sus investigaciones, desde aquel sitio se montó la maquinaria del terror más relevante del Estado dictatorial.

Antecedentes del uso del Aeródromo Tobalaba

La operación “Retiro de Televisores” fue la solución que dio Augusto Pinochet para encubrir las matanzas ocurridas a lo largo de Chile tras el golpe de Estado. Esta cruel decisión fue tomada por él y la Junta Militar tras el descubrimiento de los cuerpos de 11 campesinos y 4 jóvenes de Isla de Maipo, en los hornos de Lonquén. Era el penúltimo día de noviembre de 1978. Éste fue el nombre que se dio al desentierro de los cadáveres de prisioneros políticos que fueron sepultados en fosas clandestinas en todo Chile para ser arrojados al mar.

Según las investigaciones del Departamento V de la PDI y del periodista Escalante (2003), se realizaron al menos 40 vuelos, que salieron desde el Aeródromo Tobalaba, en cada uno subieron entre 8 a 15 “bultos” a bordo de los helicópteros Puma. Los que participaron fueron pilotos y mecánicos del Comando de Aviación del Ejercito (CAE).

Una prueba irrefutable de esta práctica fue la de la profesora Marta Ugarte, secuestrada y torturada brutalmente en Villa Grimaldi, cuyo cadáver fue devuelto por el mar a una playa de la localidad de Los Molles, V Región, brindando una prueba irrefutable de esta práctica.

Treinta años después, el ministro Miguel Vázquez Plaza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, condenó a 28 agentes del Estado por su responsabilidad en los delitos perpetrados entre agosto y septiembre de 1976, en contra de la profesora. La misma suerte pudo haber tenido Alejandro Parada González, detenido en julio de 1974 y que figura en una de las listas de personas arrojadas al mar.

De acuerdo a la investigación del periodista Jorge Escalante, que aborda el destino de cinco militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez que Pinochet ordenó asesinar, esta práctica de eliminación de cadáveres se habría realizado hasta 1987, es el último registro que se tiene del uso que la dictadura dio al Aeródromo de Tobalaba en la desaparición de disidentes políticos.

El proyecto del memorial

Éstos son algunos de los antecedentes que llevaron a que en el 2015, la Agrupación Memorial Aeródromo Tobalaba, junto a organizaciones vecinales y sindicales de La Reina levantaran la idea del Memorial para construir el Memorial Aeródromo Tobalaba.

El proyecto del Memorial, diseñado por el arquitecto Cristian del Canto, se trata de rieles oxidados puestos sobre una base de granito de modo que simulan la forma de las olas del mar. Así, el proyecto remite a la permanencia, mientras que la repetición de los rieles busca la individualización de cada una de las víctimas que fueron amarradas a este material para hundirse y desaparecer en el océano.

Estado legal del proyecto:

Desde su nacimiento, la Agrupación Memorial Aeródromo Tobalaba ha impulsado dos líneas de trabajo: una, hacia la comunidad, con actividades de recuperación simbólica del espacio donde será emplazado el memorial, actividades con estudiantes sobre Educación y Memoria, actividades culturales y de investigación, que  hemos compartido con la comunidad de La Reina.

Y una segunda, hacia la institucionalidad comunal y central. Nos hemos reunido en diferentes oportunidades con los alcaldes Raúl Donckaster (2016) y José Manuel Palacios, se ha planteado la propuesta en diferentes sesiones del Concejo Municipal. Así, se obtuvo la adhesión inicial de ambos alcaldes, y la presentación del proyecto en el Consejo de Monumentos Nacionales, obteniendo su aprobación y quedando sólo pendiente la carta de adhesión del edil. La autoridad, tras haber dado su aprobación, realizó una consulta comunal en febrero de este año, que contó con una serie de irregularidades en el proceso, así como también en su legitimidad: de una población total que bordean los 80 mil habitantes, la cifra de votantes sólo superó ligeramente las 2000 adhesiones.

De ahí que, tras haberse reunido con los Ministerios de Bienes Nacionales y de Justicia, y obteniendo su respaldo, diversos parlamentarios liderados por el diputado Tomás Hirsch, formularon un proyecto sobre el memorial y una ruta de la memoria, que fue respaldado por el gobierno, colocándole suma urgencia. A la fecha, el proyecto ha sido presentado en la Comisión de Derechos Humanos y en la sala de la Cámara de Diputados, siendo aprobado en el pleno. En la actualidad se encuentra en el Senado donde ya fue aprobado en la comisión de Educación y Cultura, y espera de acuerdo a negociaciones de la derecha ingresar esta vez a la comisión de Cultura y luego el trámite de la votación en el pleno.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.