Momentos complejos vive La Moneda ante la arremetida de la oposición en la que se ven complicadas las negociaciones sobre pacto fiscal y la reforma de pensiones y que se suma a la insistencia de republicanos por destituir al ministro Giorgio Jackson mediante la presentación de una nueva acusación constitucional en el marco del caso Convenios.

En conversación con Radio Universidad de Chile, la diputada de Convergencia Social, Emilia Schneider, analizó esta postura contra el Ejecutivo y comentó sobre esto último que “me parece que hay una irresponsabilidad muy grande por parte del Partido Republicano, que le marca la pauta al resto de Chile Vamos, que lo sigue sin chistar. Republicanos no tiene ningún argumento ni antecedentes clave para presentar esta acusación, desde la bancada señalaban que se encontraban todavía trabajando en los argumentos. Entonces, significa que no tienen claridad de por qué están acusando”.

Asimismo, apuntó hacia una estrategia por parte de la derecha “para desviar el debate de los temas que realmente importan y esconder sus reales intenciones de frenar todo tipo de reformas o cambio, porque finalmente no quieren discutir de pensiones, no quieren discutir de pacto fiscal porque va a quedar en evidencia ante la ciudadanía que ellos defienden los intereses de los más ricos y poderosos de este país y también el modelo de las AFP”.

En esa línea, defendió que el Gobierno “ha demostrado completa voluntad de diálogo y eso se ha visto en que se revisan posiciones, en que haya apertura, pero la señal que está dando la oposición a la ciudadanía, en especial la derecha y la ultraderecha, es que no les importa la gente, no les importa el cuidado de las instituciones.

Según la legisladora “si tuvieran voluntad de dialogar, habrían estado en los espacios y se han restado no solamente del debate por el pacto fiscal y por la reforma de pensiones, se restaron del debate en materia de seguridad cuando supuestamente era una prioridad tan importante para ellos”, en referencia a la fallida mesa encabezada por la ministra del Interior, Carolina Tohá, que buscaba zanjar un acuerdo nacional y del que Chile Vamos optó por bajarse tras los 13 indultos que entregó el Presidente Gabriel Boric en vísperas de Año Nuevo.

“Entonces, no veo voluntad de trabajar en serio por el bienestar de los chilenos y chilenas, sino que más bien veo una voluntad de golpear al Gobierno y una mentalidad que sólo está puesta en los resultados de las próximas elecciones y cómo capitalizar este momento o cómo por parte de republicanos le sigue comiendo a Chile Vamos toda su base electoral”, expresó la diputada por la Región Metropolitana.

Schneider también compartió los dichos del ex ministro de los expresidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, Francisco Vidal, quien en conversación con El Mostrador sostuvo que la ofensiva de la derecha es la más profunda desde el año 90 y que abarca tanto la derecha política como la económica, la de los medios y la intelectual.

“Eso es creo porque el programa de gobierno del Presidente Boric pone en jaque los intereses de los más ricos y poderosos de este país, por querer terminar con el modelo de AFP y subir las pensiones con la reforma, por terminar con las deudas educativas, por querer garantizar el derecho a la salud y a la vivienda, que se cumplen de una forma para ricos y de otra forma para pobres. Esta es una contraofensiva porque vieron que en los últimos años logramos avanzar en sectores que queremos garantizarle derechos, que queremos repartir mejor la torta en nuestro país”, enfatizó.

Por lo mismo, planteó la necesidad de “seguir avanzando con convicción en el programa de gobierno, en las reformas clave y buscar los acuerdos no solamente en el mundo político, sino también dentro del mundo social, con actores económicos, actores del mundo del trabajo como se ha hecho con importantes reformas, como las 40 Horas, el alza histórica del sueldo mínimo, el royalty minero”.

De modo que la diputada Emilia Schneider consideró que “el Gobierno en ningún caso tiene que renunciar a sus convicciones porque lo que nos trajo a La Moneda fue un programa de transformaciones que avancen en derechos sociales para las personas, en más justicia social y si renunciamos a eso perdemos la razón de ser. Hay que avanzar hacia allá agotando todas las vías y, por cierto, buscar un diálogo más amplio que sólo partidos políticos”.

“Creo que si estas reformas no avanzan sería un gran fracaso para el país, porque estamos hablando de temas que tenemos postergados hace mucho tiempo, que nos llevaron a una crisis política y social como la que vimos en el estallido y que, si seguimos postergando, solamente van a seguir acrecentando la desconfianza y la distancia que hoy día la gente siente con la política y eso es dañino para la democracia”, remarcó.