Este fin de semana se han resuelto las elecciones primarias en Argentina y el negacionismo climático se impuso en la figura de Javier Milei, quien en diversos foros ha señalado que no existe el cambio climático: “Es otra de las mentiras del socialismo, que busca instalar una agenda del marxismo cultural”. Este triunfo fue saludado desde distintas latitudes: Desde España Santiago Abascal de Vox, el parlamentario Brasileño Eduardo Bolsonaro -hijo del expresidente de Brasil-, de Chile el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, entre otros personeros y partidos de distintos países.
Es innegable que el escenario político mundial se ha visto marcado por la presencia y crecimiento de partidos políticos de ultraderecha que han abrazado y promovido el negacionismo climático. Estos partidos, en su mayoría liderados por figuras carismáticas, han generado un impacto considerable en el debate en torno a la emergencia climática y han influido en la opinión pública y en las políticas gubernamentales. A través de sus discursos y argumentos, que comúnmente son un cóctel de “nacionalismo con menos Estado e impuestos para las grandes riquezas, retrocesos en derechos sexuales y reproductivos, entre otras…”, incorporando cada vez y con más fuerza la desacreditación de la evidencia científica que advierten sobre el cambio climático antropogénico, situación que amenaza y pone en riesgo los esfuerzos globales alcanzados a la fecha para abordar este desafío planetario, cada vez más crítico.
El Negacionismo Climático, es la actitud que rechaza o trivializa la abrumadora evidencia científica que demuestra el calentamiento global causado por actividades humanas, como la emisión de gases de efecto invernadero que, en este ejercicio de posverdad, han aumentado el escepticismo sobre el papel de la actividad humana en el cambio climático. Estas posturas socavan los esfuerzos internacionales de décadas, que hoy permiten sostener una agenda internacional -débil en muchos casos- para abordar la crisis climática y sus consecuencias.
Un ejemplo emblemático de negacionismo climático en Europa es el líder de la Liga Norte Matteo Salvini, cuyo partido ha rechazado las políticas de reducción de emisiones, argumentando que estas medidas debilitan la economía italiana. Según este sector, el cambio climático es una narrativa utilizada por la élite globalista, para imponer restricciones a la industria y la economía italiana. En España, el partido “Vox” liderado por Santiago Abascal, ha cuestionado abiertamente la gravedad de la emergencia climática. Señalando que el cambio climático es un tema exagerado y limitan el crecimiento económico. En particular las inversiones en energías limpias y sostenibles que “son un derroche de recursos”. Por su parte, en Francia, el líder del partido “Frente Nacionalista Francés”, Jean Dupont, ha ridiculizado los esfuerzos para abordar el cambio climático como una táctica para debilitar la soberanía nacional. Dupont ha argumentado que las condiciones ambientales reducen negativamente la competitividad de la industria francesa en el mercado global. Por su parte, en Francia, Marine Le Pen del partido “Rassemblement National” ha expresado escepticismo sobre la acción climática internacional, enfatizando la soberanía nacional en donde las políticas climáticas podrían debilitar la economía francesa.
En Chile, el martes 30 de mayo de este año, la Cámara de Diputados y Diputados votó el proyecto de resolución que reconoce la evidencia científica que prueba la incidencia de la acción humana en el cambio climático. El proyecto fue aprobado por 91 votos, lo que dejó en evidencia que en nuestro país también existe esa tendencia mundial liderada por partidos de ultra derecha, en donde 31 diputados Republicanos, de Renovación Nacional y UDI votaron en contra y 17 se abstuvieron, es una señal preocupante de falta de sensatez y sabiduría ante la evidencia científica empírica de las consecuencias de la crisis climática que hoy vivimos en la mayoría de los países del mundo.
El proyecto aprobado por la cámara, define que según informes internacionales como el IPCC, la crisis climática es uno de los principales problemas que aborda la humanidad en este siglo. “Es necesario recordar que el 99% de los estudios científicos coinciden con que los humanos provocamos el cambio climático, según ha señalado una investigación que analizó 88.125 estudios relacionados con el clima”, señala la resolución.
A pesar de la evidencia existente, observamos que en nuestro país existe un porcentaje muy alto de parlamentarios negacionistas de la crisis climática. Esta postura antagoniza con las últimas declaraciones de Naciones Unidas, a través de su Secretario General Antonio Guterresjm quien acaba de afirmar “que la era del calentamiento global terminó para dar paso al periodo de la Ebullición Mundial”; vale decir, el escenario que estamos viviendo y el que vendrá exige de un esfuerzo concertado de todos para enfrentar una situación que ha avanzado más allá de lo esperado.
Los parlamentarios negacionistas a menudo respaldan sus posturas con declaraciones que cuestionan la validez de la evidencia científica. Algunos argumentan que las correlaciones entre emisiones y temperaturas son demasiado recientes para establecer conclusiones definitivas. Además, discuten que las medidas de mitigación podrían tener impactos económicos negativos, subestimando la necesidad de una transición hacia energías limpias.
Ante este escenario en Chile, los partidos progresista y los movimientos ecológicos y ciudadanos, deben pasar a una posición más activa y asumir un liderazgo claro respecto a lo que el Estado debe hacer para enfrentar este desafío global. Es fundamental que en el corto plazo se establezcan políticas y acciones que permitan a la población adaptarse de manera segura ante esta crisis global. Para esto es fundamental preparar a las instituciones públicas del sector de la salud, obras públicas, vivienda, agricultura, emergencia, entre otras; que deberán generar planes y programas que eviten que el país tenga que enfrentar situaciones tan lamentables como lo hemos visto en Europa y Estados Unidos; y que se tomen medidas con celeridad para evitar la pérdida de vidas humanas, nuestra diversidad ecológica, reducir los incendios forestales, la pérdida de suelo agrícola y evitar la afectación de la población urbana y rural comprometiéndo el bienestar de futuras generaciones.
Desde una acción política mancomunada, los partidos con vocación verde tenemos que dejar en evidencia a los sectores de derecha que se constituyen en una amenaza para enfrentar la emergencia climática con sus posturas retrógradas y negacionistas. Ello debe ser sancionado social y políticamente.
Líderes políticos y ecologistas de todo el mundo argumentan que el cambio climático es una realidad innegable, respaldada por datos científicos y evidencia empírica. Además, señalan que abordar la crisis climática no sólo es esencial para la supervivencia del planeta, sino también para fomentar la innovación tecnológica, la creación de empleos, favorecer la cooperación internacional y, en consecuencia, fomentar el multilateralismo para una mejor calidad de vida en nuestros países.
En conclusión, el negacionismo climático promovido por partidos de ultraderecha en Chile, es parte de un libreto mundial, en coherencia con los discursos existentes en Europa y Estados Unidos. Esta situación la debemos enfrentar con argumentos científicos y una posición política sólida que deje en evidencia sus intereses económicos ocultos tras esta miopía política, y se le infrinjan derrotas electorales como consecuencia de sus acciones regresivas.
En este contexto es nuestro deber como partido verde (FREVS) involucrarnos en esta acción, formando nuevos líderes climáticos y promoviendo amplios acuerdos políticos que contribuyan en la construcción de una ciudadanía crítica que enfrente a los sectores conservadores que sostienen el negacionismo climático. En última instancia, la acción concertada de aceptación y promoción de la evidencia científica en este ámbito, resulta crucial para enfrentar la emergencia climática. El compromiso de nuestra colectividad (FREVS) es liderar este cambio en Chile y fortalecer alianzas entre actores claves como un imperativo ético y valioso para la construcción de un futuro sostenible para las actuales y futuras generaciones.
Por: Ximena Salinas, Periodista y Rodrigo Cerda, Ingeniero Ambiental.
Integrantes Comisión de Crisis Climática y Transición Ecológica Justa (CCTEJ – FREVS).