La Fiscalía Metropolitana Norte ingresó al Séptimo Juzgado de Garantía la acusación en contra del teniente coronel en retiro de Carabineros, Claudio Crespo, acusado de dejar ciego al estudiante Gustavo Gatica en el marco de las manifestaciones del denominado estallido social y pidió una pena de 12 años de cárcel para el ex oficial.
Los hechos investigados por el fiscal Francisco Ledezma, quien llevará a juicio al ex uniformado, ocurrieron el 8 de noviembre de 2019 en medio de graves incidentes en calle Carabineros de Chile, donde Crespo disparó con su escopeta contra Gatica, según la acusación, hiriéndolo gravemente en el rostro con dos impactos de perdigones.
El 21 de agosto de 2021, funcionarios de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI detuvieron a Crespo, quien quedó en prisión preventiva. Sin embargo, menos de un mes después la Corte de Apelaciones de Santiago revocó la decisión y lo dejó con arraigo nacional y firma quincenal.
De acuerdo a la acusación, el fiscal Ledezma presentará en el juicio 131 testigos, 577 documentos, 734 evidencias y 53 peritos para demostrar que Crespo es culpable de apremios ilegítimos con resultados de lesiones grave gravísimas, por lo cual pide una pena de 12 años de presidio mayor en su grado medio.
Según el texto acusatorio, entre los manifestantes y los efectivos de Carabineros había “una distancia tal que impedía que, en ese momento, objetos contundentes o de otro tipo que pudieran ser lanzados hacia donde se encontraba el personal policial, pudieran poner en riesgo serio su integridad física”.
Sin embargo, Crespo hizo uso del arma que portaba, una escopeta marca Hatsan, modelo Escort y que contenía cartuchos calibre 12. Disparó contra los manifestantes, entre ellos Gustavo Gatica, quien fue herido con dos perdigones en sus ojos, perdiendo la totalidad de su visión.
A juicio del fiscal, en el momento de los incidentes “no existía riesgo serio para la integridad de los funcionarios de Carabineros”, según lo establece la normativa que regula el uso de la fuerza y el armamento de la policía uniformada.
Por lo mismos, sostiene, la acción realizada por Crespo “no resultaba necesaria ni proporcionada para la situación que enfrentaba y con el lugar donde él y los demás funcionarios de Carabineros se encontraban apostados”.