Reparar y entregar garantías de no repetición para que las profundas heridas que dejó la dictadura civil militar en tantas familias chilenas no vuelvan a producirse jamás, requiere que días como el que conmemoramos hoy, Día del Ejecutado/a Político/a, se conviertan en un llamado a la consciencia y a la reflexión.
Preservar la memoria, como ha dicho el presidente Gabriel Boric, no puede seguir siendo una responsabilidad que recaiga solamente sobre los hombros de aquellas y aquellos que sufrieron los brutales impactos de las violaciones a los derechos humanos en Chile, sino que debe ser un compromiso y una tarea de toda la sociedad.
Educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de los derechos humanos es clave para la construcción de una democracia más sana y duradera. En este sentido, el Plan Nacional de Búsqueda y Verdad presentado por el Gobierno a 50 años del Golpe de Estado, así como el compromiso presidencial de crear un Sitio de Memoria por cada región del país, son pasos cruciales en este camino.
Desde el Ministerio de Bienes Nacionales, estamos colaborando activamente para que ambas políticas se cumplan. Junto con disponer bienes y patrimonio para la promoción de los derechos humanos o generar rutas de la memoria en todo el territorio nacional, nuestra cartera participa en la puesta en valor de lugares significativos para la historia de los derechos humanos en Chile.
Hace sólo unas semanas, y tras recuperar para el Fisco, la fosa, el cementerio y el memorial de Pisagua en Iquique, viajamos al lugar para instalar en conjunto con las organizaciones de derechos humanos y las sobrevivientes, una placa conmemorativa con las que recordamos a las 19 personas que fueron encontradas allí, el 2 de junio de 1990.
Es la primera de otras acciones con las que queremos poner a disposición de toda la comunidad este Sitio de Memoria. Pero también una demostración de que como Gobierno creemos que la memoria es un legado que debemos cuidar y preservar, no solo para honrar a quienes sufrieron, sino también para construir un Chile más justo y democrático.
En Santiago también estamos contribuyendo a la recuperación de la ex clínica Santa Lucía. Con recursos de la Subdere, Bienes Nacionales está reparando su techumbre, muros, ventanas y puertas. La ex Clínica Santa Lucía, es un símbolo de la represión y la violación de los derechos humanos durante la dictadura, pues numerosas personas fueron arrestadas y sometidas a tratos crueles e inhumanos allí por parte de agentes del Estado.
Para que los derechos humanos sean una prioridad inquebrantable, este inmueble como tantas otras instalaciones en Chile merecen ser convertidas en espacios de memoria dignas de las víctimas y sus familias, al mismo tiempo que permiten que las futuras generaciones caminen hacia un futuro más justo y libre.
Por Marcela Sandoval Osorio, ministra de Bienes Nacionales