Cientos de palestinos murieron o resultaron heridos este martes a causa de un bombardeo israelí contra el campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza. Mientras, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que derribaron la casa en Cisjordania del ‘número dos’ de Hamás.
El número oficial de muertes y heridos producto del reciente ataque todavía no ha sido ratificado, pero el vocero de la cartera de Interior de Hamás, Iyad Bozum, comunicó en un rueda de prensa que hay al menos 400 muertos y heridos por la caída de seis bombas “de fabricación estadounidense”, que fueron arrojadas por aviones israelíes contra zonas residenciales de Yabalia.
En tanto, las diferentes entidades humanitarias de la Organización de las Naciones Unidas informaron este lunes al Consejo de Seguridad de la ONU que la situación en Gaza “pende de un hilo” por la escasez de recursos y los continuos bombardeos israelíes.
En ese sentido, en conversación con el programa Política en Vivo, el exembajador de Chile en Israel, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2021 y académico de la Universidad de Chile, José Rodríguez Elizondo, señaló que “hace varias décadas que la ONU dejó de ser relevante como organismo intergubernamental para participar en la solución del conflicto de Israel” y Palestina.
“El Estado judío de Israel nace de una resolución de la Organización de las Naciones Unidas, pero hoy la ONU no es relevante para ninguno de los conflictos que ocurrieron con posterioridad”, afirmó.
Esto, debido principalmente a los atentados de los grupos terroristas y las represalias de las Fuerzas de Defensa de Israel. “Habían dos tipos de guerras, una era la intervención de otros estados árabes y la otra eran las incursiones de organizaciones como Hamás y Yihad Islámica, que golpeaban pero habían represalias no directo al grupo sino que en la población palestina que no había participado necesariamente de atentados terroristas”, dijo.
“Fue una situación tan confusa y tan difícil de enfocar que la ONU no pudo tener parte en eso y tuvieron que intervenir otros Estados”, agregó.
Para el académico de la Universidad de Chile, los Acuerdos de Oslo (1993) son parte de un momento crucial respecto al conflicto en Medio Oriente, mismo contexto en que Rodríguez fue embajador en Israel. El diplomático calificó el tratado como “el triunfo de la racionalidad”, no obstante, sostuvo que éste “fue interferido desde el principio por el terrorismo”.
Así, Rodríguez recordó el asesinato de Yitzhak Rabin, primer ministro de Israel que lideró el proceso de pacificación y que fue asesinado en el centro de Tel Aviv el 4 noviembre de 1995, luego de encabezar un multitudinario acto en apoyo a los acuerdos de paz junto a más de 100 mil jóvenes. “Hagamos la paz”, fueron sus últimas palabras, puesto que cuando dejaba el lugar Yagar Amir lo asesinó de dos disparos.
“Se pensó que ese era un golpe (los Acuerdo de Oslo) para quienes querían traicionar el espíritu del “Eretz Israel” -tierra de Israel- de los ultra religiosos y de los colonos. Según ellos, lo que había que hacer era echar a los palestinos de los territorios para conquistar el Israel bíblico”, explicó.
El diplomático expuso que el factor religioso ha tenido un peso importante en este conflicto. “La lucha de Shimon Peres (ex primer ministro de Israel) fue heroica, y menos comprendida fue la de Yasser Arafat -expresidente de la Autoridad Nacional Palestina-, para mucha gente aparecía como un traidor a la causa palestina porque no estaba negociando la expulsión de Israel sino que la distribución del territorio”, detalló.
En esa misma línea, el académico indicó que fue esa percepción de Arafat como traidor lo que en parte hizo que organizaciones como Hamás y Hezbolá dominaran mayor territorio y limitaran la capacidad de negociación de la Autoridad Palestina.
Escucha la entrevista completa aquí.
Cientos de palestinos murieron o resultaron heridos este martes a causa de un bombardeo israelí contra el campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza. Mientras, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que derribaron la casa en Cisjordania del ‘número dos’ de Hamás.
El número oficial de muertes y heridos producto del reciente ataque todavía no ha sido ratificado, pero el vocero de la cartera de Interior de Hamás, Iyad Bozum, comunicó en un rueda de prensa que hay al menos 400 muertos y heridos por la caída de seis bombas “de fabricación estadounidense”, que fueron arrojadas por aviones israelíes contra zonas residenciales de Yabalia.
En tanto, las diferentes entidades humanitarias de la Organización de las Naciones Unidas informaron este lunes al Consejo de Seguridad de la ONU que la situación en Gaza “pende de un hilo” por la escasez de recursos y los continuos bombardeos israelíes.
En ese sentido, en conversación con el programa Política en Vivo, el exembajador de Chile en Israel, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2021 y académico de la Universidad de Chile, José Rodríguez Elizondo, señaló que “hace varias décadas que la ONU dejó de ser relevante como organismo intergubernamental para participar en la solución del conflicto de Israel” y Palestina.
“El Estado judío de Israel nace de una resolución de la Organización de las Naciones Unidas, pero hoy la ONU no es relevante para ninguno de los conflictos que ocurrieron con posterioridad”, afirmó.
Esto, debido principalmente a los atentados de los grupos terroristas y las represalias de las Fuerzas de Defensa de Israel. “Habían dos tipos de guerras, una era la intervención de otros estados árabes y la otra eran las incursiones de organizaciones como Hamás y Yihad Islámica, que golpeaban pero habían represalias no directo al grupo sino que en la población palestina que no había participado necesariamente de atentados terroristas”, dijo.
“Fue una situación tan confusa y tan difícil de enfocar que la ONU no pudo tener parte en eso y tuvieron que intervenir otros Estados”, agregó.
Para el académico de la Universidad de Chile, los Acuerdos de Oslo (1993) son parte de un momento crucial respecto al conflicto en Medio Oriente, mismo contexto en que Rodríguez fue embajador en Israel. El diplomático calificó el tratado como “el triunfo de la racionalidad”, no obstante, sostuvo que éste “fue interferido desde el principio por el terrorismo”.
Así, Rodríguez recordó el asesinato de Yitzhak Rabin, primer ministro de Israel que lideró el proceso de pacificación y que fue asesinado en el centro de Tel Aviv el 4 noviembre de 1995, luego de encabezar un multitudinario acto en apoyo a los acuerdos de paz junto a más de 100 mil jóvenes. “Hagamos la paz”, fueron sus últimas palabras, puesto que cuando dejaba el lugar Yagar Amir lo asesinó de dos disparos.
“Se pensó que ese era un golpe (los Acuerdo de Oslo) para quienes querían traicionar el espíritu del “Eretz Israel” -tierra de Israel- de los ultra religiosos y de los colonos. Según ellos, lo que había que hacer era echar a los palestinos de los territorios para conquistar el Israel bíblico”, explicó.
El diplomático expuso que el factor religioso ha tenido un peso importante en este conflicto. “La lucha de Shimon Peres (ex primer ministro de Israel) fue heroica, y menos comprendida fue la de Yasser Arafat -expresidente de la Autoridad Nacional Palestina-, para mucha gente aparecía como un traidor a la causa palestina porque no estaba negociando la expulsión de Israel sino que la distribución del territorio”, detalló.
En esa misma línea, el académico indicó que fue esa percepción de Arafat como traidor lo que en parte hizo que organizaciones como Hamás y Hezbolá dominaran mayor territorio y limitaran la capacidad de negociación de la Autoridad Palestina.
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Cientos de palestinos murieron o resultaron heridos este martes a causa de un bombardeo israelí contra el campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza. Mientras, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que derribaron la casa en Cisjordania del ‘número dos’ de Hamás.
El número oficial de muertes y heridos producto del reciente ataque todavía no ha sido ratificado, pero el vocero de la cartera de Interior de Hamás, Iyad Bozum, comunicó en un rueda de prensa que hay al menos 400 muertos y heridos por la caída de seis bombas “de fabricación estadounidense”, que fueron arrojadas por aviones israelíes contra zonas residenciales de Yabalia.
En tanto, las diferentes entidades humanitarias de la Organización de las Naciones Unidas informaron este lunes al Consejo de Seguridad de la ONU que la situación en Gaza “pende de un hilo” por la escasez de recursos y los continuos bombardeos israelíes.
En ese sentido, en conversación con el programa Política en Vivo, el exembajador de Chile en Israel, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2021 y académico de la Universidad de Chile, José Rodríguez Elizondo, señaló que “hace varias décadas que la ONU dejó de ser relevante como organismo intergubernamental para participar en la solución del conflicto de Israel” y Palestina.
“El Estado judío de Israel nace de una resolución de la Organización de las Naciones Unidas, pero hoy la ONU no es relevante para ninguno de los conflictos que ocurrieron con posterioridad”, afirmó.
Esto, debido principalmente a los atentados de los grupos terroristas y las represalias de las Fuerzas de Defensa de Israel. “Habían dos tipos de guerras, una era la intervención de otros estados árabes y la otra eran las incursiones de organizaciones como Hamás y Yihad Islámica, que golpeaban pero habían represalias no directo al grupo sino que en la población palestina que no había participado necesariamente de atentados terroristas”, dijo.
“Fue una situación tan confusa y tan difícil de enfocar que la ONU no pudo tener parte en eso y tuvieron que intervenir otros Estados”, agregó.
Para el académico de la Universidad de Chile, los Acuerdos de Oslo (1993) son parte de un momento crucial respecto al conflicto en Medio Oriente, mismo contexto en que Rodríguez fue embajador en Israel. El diplomático calificó el tratado como “el triunfo de la racionalidad”, no obstante, sostuvo que éste “fue interferido desde el principio por el terrorismo”.
Así, Rodríguez recordó el asesinato de Yitzhak Rabin, primer ministro de Israel que lideró el proceso de pacificación y que fue asesinado en el centro de Tel Aviv el 4 noviembre de 1995, luego de encabezar un multitudinario acto en apoyo a los acuerdos de paz junto a más de 100 mil jóvenes. “Hagamos la paz”, fueron sus últimas palabras, puesto que cuando dejaba el lugar Yagar Amir lo asesinó de dos disparos.
“Se pensó que ese era un golpe (los Acuerdo de Oslo) para quienes querían traicionar el espíritu del “Eretz Israel” -tierra de Israel- de los ultra religiosos y de los colonos. Según ellos, lo que había que hacer era echar a los palestinos de los territorios para conquistar el Israel bíblico”, explicó.
El diplomático expuso que el factor religioso ha tenido un peso importante en este conflicto. “La lucha de Shimon Peres (ex primer ministro de Israel) fue heroica, y menos comprendida fue la de Yasser Arafat -expresidente de la Autoridad Nacional Palestina-, para mucha gente aparecía como un traidor a la causa palestina porque no estaba negociando la expulsión de Israel sino que la distribución del territorio”, detalló.
En esa misma línea, el académico indicó que fue esa percepción de Arafat como traidor lo que en parte hizo que organizaciones como Hamás y Hezbolá dominaran mayor territorio y limitaran la capacidad de negociación de la Autoridad Palestina.
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