“Desde hace más de una semana, nuestro país vive un aumento de los actos de violencia contra la población”, lamentó Henry en su mensaje grabado en criollo haitiano.
“El gobierno que dirijo no puede permanecer indiferente ante esta situación. Como siempre dije, ningún sacrificio es demasiado grande para nuestro país”, añadió.
Su gobierno “acepta la instauración de un consejo presidencial de transición”, cuyos miembros serán elegidos entre diversos sectores de la vida nacional, explicó.
La noticia había sido adelantada por Irfaan Ali, presidente de Guyana y líder temporal de la Comunidad del Caribe (Caricom).
La suerte de Henry, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, llevaba tiempo en el aire, en un país que no celebra elecciones desde 2016.
El neurocirujano convertido en político tenía que haber abandonado el gobierno en febrero, pero se mantuvo en el cargo tras un acuerdo con la oposición.
A principios de mes, las pandillas que controlan gran parte de Haití emprendieron una serie de ataques contra lugares estratégicos en Puerto Príncipe, como la sede presidencial, el aeropuerto o las cárceles, mientras exigían la renuncia de Henry.
El ejecutivo actual será sustituido por un consejo presidencial de transición compuesto por siete miembros que representarán a los mayores partidos políticos del país, al sector privado y al Acuerdo Montana, una coalición que había propuesto un gobierno interino tras el asesinato de Moïse, precisó Ali.
También habrá dos observadores sin voto, uno para la sociedad civil y otro para la comunidad religiosa.
Ningún de ellos podrá haber sido acusado o condenado en cualquier jurisdicción, tampoco estar sancionado por la ONU ni pretender presentarse a las próximas elecciones en el país.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, anunció que Estados Unidos aportaría otros 133 millones de dólares para resolver la crisis, incluidos 100 millones para la fuerza multinacional que se enviará a Haití y 33 millones en ayuda humanitaria. El Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, prácticamente presente en las conversaciones, había ofrecido poco antes unos 91 millones de dólares.