Diversas dudas ha generado el aceleramiento de la discusión legislativa en torno a la llamada “agenda de seguridad”. Son muchos proyectos en simultáneo que se debaten en el Congreso Nacional y a los que se les ha buscado una rápida tramitación tras el asesinato de tres carabineros en Cañete.

Voces más críticas, como la del abogado Cristián Riego, ponen en duda la labor de los legisladores. En conversación con la primera edición de Radioanálisis, expresó tajantemente que: “los parlamentarios están tratando de adquirir un protagonismo que en realidad no tienen en esta crisis”.

El académico de la Universidad Diego Portales explicó que el Parlamento no tiene injerencia en las soluciones a corto plazo, sino que debe enfocar sus esfuerzos en “el mediano y largo plazo”.

“Tenemos un Parlamento que está tratando de hacer aquello para lo que los parlamentos no sirven, que es resolver la coyuntura y tratar de aparecer muy activo y muy decisivo en cuestiones que lo que más puede producirse son legislaciones muy malas”, criticó Cristián Riego sobre la forma de legislar de los últimos días en el Congreso Nacional.

El experto, al referirse a la actual crisis de seguridad, aseguró que se necesita “un trabajo operativo de todo el aparato estatal”. En cuánto a las leyes, afirmó que deben ser “pensadas en el mejoramiento de las instituciones en el mediano y largo plazo”: “Que es algo que nosotros hace mucho tiempo no hacemos. Entonces nuestra institución no va mejorando y diría que se mantiene bastante estancada en términos de su capacitación, de su entrenamiento, de los programas de educación”.

Respecto del fortalecimiento de las instituciones policiales, el abogado detalló cuáles son las mejoras más oportunas para el escenario actual. “Hay que fortalecer las instituciones periciales, o sea, toda la cuestión del uso de la ciencia en la investigación criminal. Nuestro sistema es débil. El tema penitenciario, es fundamental. Que el Estado chileno tenga un control real de las cárceles y poder usarlas para las necesidades que se deben en un proceso de combate del crimen”, sostuvo.

En ese sentido, apunto nuevamente contra los parlamentarios: “Uno diría por qué los parlamentarios no están preocupados de cómo retomamos el control y la disciplina al interior del sistema penitenciario”.

Por otra parte, el experto también se refirió al choque de discursos en el debate entre quiénes piden más atribuciones para el uso de la fuerza a las policías y quiénes exigen una formación adecuada en base, por ejemplo, al resguardo de los derechos humanos. “Tenemos por una parte un discurso nostálgico que el ideal sería tener policías sin control y que actúen con toda la brutalidad que sea necesaria y que por esa vía vamos a solucionar el problema”, cuestionó.

Riesgo expuso que la discusión legislativo “hay una visión que solo tiene como discurso los derechos humanos, o sea, el cómo limitamos la gestión de las policías para que sea respetuosa”.

“Lo que no tenemos es una visión de cómo la policía puede afianzar sus capacidades para controlar el crimen en un contexto de una democracia en que el respeto por los derechos humanos es una limitación, pero en el que no solo vas a tener limitaciones. Hay que reconocer que una policía moderna opera en un entorno de limitaciones, pero hay que tener respuestas sustantivas, es decir, cómo en ese contexto de limitaciones, la policía puede ser efectiva”, complementó.

De esa manera, el experto subrayó que el país necesita “mejores policías, con mejor nivel de educación, mayor manejo de la tecnología, con bases de datos mucho más sofisticadas“, así como también es fundamental “disminuir el excesivo poder que tienen los altos mandos. La necesidad de concentración de recursos de los altos mandos y traspasar eso hacia los policías de la calle”.

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