Muriel Lagno, directora de obra "... Y un día Nico se fue": "Tiene un mensaje muy potente, pero lo da mediante la ironía, del humor"

La artista está detrás de la versión chilena del exitoso musical argentino, que vive su segunda temporada en territorio nacional. Una historia que narra el romance y quiebre de una pareja gay que, al mismo tiempo, plantea preguntas sobre el amor.

La artista está detrás de la versión chilena del exitoso musical argentino, que vive su segunda temporada en territorio nacional. Una historia que narra el romance y quiebre de una pareja gay que, al mismo tiempo, plantea preguntas sobre el amor.

Pocos temas son tan transversales como el dolor que trae consigo un quiebre amoroso. Quizás esa sea una de las razones por las que el libro “… Y un día Nico se fue” -donde el periodista argentino Osvaldo Bazán relató su duelo tras terminar una relación de seis años- y su posterior adaptación al teatro musical lograron instalarse como uno de los grandes éxitos del teatro trasandino.

Aunque tampoco es una historia de amor a secas. “Hace años vivía en Rosario con Nico. Vuelvo un día a casa y no estaba. Y no volvió más. La ruptura me sirvió para escribir un libro sobre ser gay en los ‘90 en el interior del país“, contó Bazán en una entrevista con el medio cordobés La Voz.

Es en ese contexto que la obra arribó en junio pasado a las tablas del Teatro Mori como uno de los montajes para conmemorar el mes del orgullo LGBTIQ+, sellando así su segunda adaptación local a cargo de la actriz y directora Muriel Lagno.

El 2015, año en que se estrenó en Argentina, todavía era bastante vanguardista todo el tema de las diversidades sexuales“, recordó la artista chilena. “Y fue un boom por lo mismo, porque tiene mucha ironía, mucho humor, pero también un mensaje muy potente a la madre, a los prototipos que en este caso rodean a una pareja homosexual, pero que finalmente pueden rodear a cualquier persona”.

Y a pesar de los avances conquistados por el movimiento, Lagno reconoció que la obra igualmente ejerce como un recordatorio de que aún queda mucho por lograr en cuanto a igualdad. “Años después, creo que siempre hay que estarlo recordando. Siempre hay que estar pendientes de que esto sigue siendo tema, de que sigue habiendo una lucha, de que sigue habiendo gente que discrimina. Pero hemos ido evolucionando, y yo creo que el encanto de la obra es eso”, reflexionó sobre lo que subyace a esta historia, que estará disponible los viernes, sábados y domingos hasta el 1 de septiembre y que cuenta con la musicalización original del icónico músico de Miranda!, Ale Sergi.

Es una obra musical. Un género que no a todo el mundo le gusta, pero hay gente que ha ido y le ha gustado porque las canciones son parte del texto, del discurso. Está pasando algo y la música acompaña ese momento. Y es muy pegajosa, las coreografías son muy entretenidas de ver. Entonces, si bien es una obra que tiene un mensaje muy potente, también lo hace a través de la ironía, a través del humor, y eso yo creo que a la gente le gusta harto”, complementó Lagno.

Y un día Nico se fue

Y un día Nico se fue.

Apostar por el musical

Muriel Lagno también es académica de la Universidad del Desarrollo y profesora de expresión oral de niños y niñas de séptimo y octavo básico. Desde la vereda profesional y artística, el musical siempre ha sido una de las vertientes del teatro que más interés le ha despertado.

Sin embargo, y a raíz de esa misma relación con el género, comenta que se trata de un formato que no tiene demasiada trayectoria en nuestro país. “Necesitamos intérpretes integrales. O sea, un actor que cante, que baile y que actúe. Y eso acá en Chile está partiendo. Ya tenemos harto nicho de musicales, se está haciendo harto, pero eso es en los últimos años. Antes no teníamos esa cultura”, explicó Lagno.

Para nosotros un musical es ‘La pérgola de las flores’, con todo el respeto que nos merece. Y en ese minuto fue muy vanguardista también. ‘La negra Esther’ es otro de los títulos que uno podía reconocer dentro de teatro musical, del que quizás una persona se puede saber una de las canciones, pero acá no existe la cultura que hay en Estados Unidos con Brodway, en Buenos Aires, en el West End de Inglaterra“, sumó la directora.

Es por eso que lo define como un tipo de producto cultural que “hay que arraigarlo tanto desde el público como de los intérpretes”. “Estamos todos aprendiendo, yo también como directora. Trabajando en la dirección de musicales, y actuando también en varios, he podido ir entendiendo el lenguaje. De repente uno puede ser muy virtuoso en la danza, pero si el texto está mal dicho no sirve. Es necesario que estén las tres disciplinas muy orgánicas, porque basta con que el actor se luzca. Tiene que transmitir un mensaje, y hacerlo desde la música, el canto, el baile y también desde la actuación”, sumó.

Además, la directora reivindicó el poder que tiene la música como un dispositivo narrativo en sí mismo. “Es parte de la narración. Hay quiebres muy potentes, muy ‘brechtianos’. Y que es algo muy del estilo y del género de los musicales también, el que de repente estén hablando dos personajes y empiece a sonar la música, y eso es lo que a la gente en algunos momentos no les gusta tanto. Se preguntan ‘¿por qué se ponen a cantar?’. Y en este caso, yo necesito que el público tome atención a lo que estamos diciendo, por eso cito a Bretch, que es uno de mis dramaturgos favoritos, y que tiene que ver con esto de llamar la atención del público”.

“Tú puedes estar muy metido en la historia, puedes estar escuchando, pero si pasa algo que te saca de eso, la música es muy importante para que tú pongas atención a lo que yo quiero decir. Hay quiebres muy importantes dentro de las escenas y donde el público se vuelve a meter. Esa es la importancia del rol que cumple“, afirmó Lagno.

Habla del amor y serás universal

El amor es una fuerza que mueve al mundo“, definió la directora en torno a la pregunta sobre por qué las historias de amor nos resultan tan encantadoras, a pesar de sus clichés y de su enorme presencia en el mercado cultural.

Te va a poner en situaciones donde tendrás que tomar decisiones. Si quieres seguir tu instinto o no, si quieres dejar tu trabajo por alguien, si es que quieres dejar tu vida por ese alguien. Eso sucede y está reflexionado en la obra. Hasta qué punto dejo de ser yo para poder entregarme a otro, y hasta qué punto el otro va también a admitir todo lo que yo traigo conmigo”, reflexionó Lagno.

“Lo bueno, lo malo, lo histérico o no histérico, las mañas. En este caso, Nico y Osvaldo son dos personas que ya se han aceptado como son“, continuó la actriz. “Y entonces, la pregunta es hasta qué punto el amor hace que puedas aceptar a la otra persona. Cuánto eres capaz de dejar de lado por el otro, y cuando el otro es capaz de dejar de lado por ti. Creo que eso es lo más bonito”.





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