El abogado Eduardo Contreras, representante del Partido Comunista pidió al magistrado Mario Carroza la exhumación de los restos del poeta y Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, enterrado en Isla Negra.
El profesional declaró a la prensa que se deben arbitrar determinadas diligencias con el fin de establecer del modo más fehacientemente posible si nuestro Premio Nobel fue o no envenenado a través de una inyección al torrente sanguíneo durante los días en que estuvo internado en la Clínica Santa María de Santiago en septiembre de 1973.
El caso cobró relevancia con las declaraciones de Manuel Araya, quien fuera chofer de Pablo Neruda, y que denunció que al vate lo asesinaron y no murió producto de un cáncer prostático que padecía.
“La duda es: le inyectaron Dipirona para calmarle los dolores del cáncer como dice el doctor Sergio Drapper de la Clínica Santa María, o le inocularon veneno como dice el testigo. La única manera de aclararlo es haciendo una exhumación”, dijo Araya.