Este miércoles se dieron a conocer los resultados del “Estudio de opinión y satisfacción de usuarios del sistema de salud”, una encuesta presencial realizada a más de dos mil personas a lo largo de todo el país.

Según la medición, un 34 por ciento de los usuarios, tanto del sistema público como privado, evalúa su nivel de satisfacción con nota roja, mientras que un 31 por ciento realizó un balance positivo.

Al desglosarlo, un 37 por ciento de los beneficiarios del seguro público de salud califican su prestación de un 1 a 4, mientras que en el sector privado la cifra se sitúa en un 20 por ciento.

Mientras los usuarios de Fonasa subieron la calificación de su prestador de salud de un 4,9 en 2010 a un 5 durante 2011, los afiliados a las isapres disminuyeron la nota de un 5,6 a un 5,2.

Entre las principales ventajas del sistema público de salud, según sus propios usuarios, destacan el menor costo de la atención, con un 27 por ciento, la gratuidad de ésta y la libre elección, mientras que en las desventajas se encuentran la lentitud de la atención, con un 25 por ciento, seguida por mala atención y una menor cobertura.

Los usuarios de las isapres, en tanto, señalan que lo más positivo de su seguro de salud es la rápida y oportuna atención con un 33 por ciento, la libre elección, la calidad en la atención y la amplia cobertura, mientras que entre los puntos negativos se encuentran el alto costo, con un 40 por ciento, la no cobertura de ciertas prestaciones y las alzas en los precios de los planes.

El gerente general de Criteria Research, Andrés Varas, subrayó que lo más relevante del estudio es la percepción de una mejora en el sector público, al contrario de lo que ocurre con el privado: “Hay una experiencia pública que tiene niveles de satisfacción más altos que la experiencia del mundo privado, independientemente de que el mundo privado se haya deteriorado en la última medición respecto de su propio juicio. Dentro de los aspectos más críticos, compartido por ambos sistemas, está el tema del acceso a la información. Hay una demanda muy relevante por acceso a la información, la gente está diciendo que no tiene toda la información que quisiera tener para poder atenderse y participar del mundo de la información. Esto puede verse desde distintos ámbitos: una expectativa de transparencia pero también, no es menor, de simplicidad”, explicó.

En tanto, el superintendente Luis Romero valoró las pequeñas mejoras en la percepción de los beneficiarios de Fonasa, asegurando que las variaciones anuales siempre son menores, y reiteró el compromiso del Gobierno para reducir las diferencias entre los dos sectores.

Además, Luis Romero destacó principalmente el 72 por ciento de evaluación positiva en la atención hospitalaria y una mayor información sobre el Plan Auge.

“Pensamos que la baja del sistema de Isapres en su evaluación viene dada por esos dos motivos: las utilidades que fueron informadas el año pasado y las alzas de los precios base”, dijo Romero. “Esos dos son factores que han tenido mucha resonancia pública y definitivamente tienen que haber influido en la baja en la percepción de calidad de ese sistema”.

La autoridad de salud señaló que la Superintendencia se encuentra trabajando en un programa piloto de ranking de prestadores para que las personas puedan entrar a la página web y revisar los indicadores, tanto de trato a los usuarios, como la calidad clínica que entregan.

En tanto, Vivienne Bachelet, presidenta del movimiento “Salud, un derecho”, sostuvo que las cifras son negativas: “Hay una evaluación finalmente negativa. Redondeando, cifras más o cifras menos, uno de cada tres usuarios, beneficiario de Fonasa o de Isapres, está calificando con nota roja la atención prestada por su asegurador. Y por ende, también por la red de prestadores que se condice con el asegurador que tiene, eso también hay que tomarlo en cuenta porque no siempre es lo mismo. Entonces lo que estamos viendo es que hay una insatisfacción básica que cruza a todo el sector salud”, afirmó.

La médico cirujano manifestó que no hay un acortamiento de la brecha entre ambos sectores, sino que el usuario del sistema de isapres está encontrando que usar el beneficio en prestaciones curativas resulta muy caro y que el de Fonasa también, porque se ha comenzado a cobrar copago por prestaciones que eran gratuitas y a mover de tramo a los usuarios.