Los que crean que aún es posible reformular la OEA habrán tomado nota del interés que Estados Unidos tiene en ello. Al cónclave de Cochabamba enviaron a una funcionaria de tercer nivel para que se reuniera con los cancilleres de América Latina y el Caribe. En ese mismo momento, la señora Clinton trataba los problemas que verdaderamente le interesan: armar una estrategia global y contener a China y a Rusia
Para ello, la secretaria de Estado realizó una visita en tres países del Cáucaso con la vista puesta en Rusia. Armenia, considerada la principal aliada del Kremlin en la región, fue la primera escala del viaje, para después entrevistarse con el presidente de Azerbaiyán, tratando de ser un actor protagónico en el conflicto que ambos países tienen desde 1988 por la soberanía del enclave de Nagorno Karabaj en una región de tradicional influencia de Rusia, donde, sin embargo este país ha fracasado en la búsqueda de un acuerdo de paz.
De ahí Clinton viajó a Georgia, el mejor aliado de Estados Unidos desde que Rusia invadió el país y reconoció la independencia de las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur. Tras su visita al Cáucaso, Clinton estuvo en Turquía, donde abordó, entre otros asuntos, el conflicto en la vecina Siria.
Simultáneamente, el Secretario de Defensa, Leon Panetta, estuvo en India donde se comprometió a proveer a este país con “la mejor tecnología de defensa”, apostando por reforzar e incrementar los convenios bilaterales de producción de armas y equipamiento militar. Nueva Delhi y Washington son importantes socios en el área de defensa, pero esta relación es vista con mucha cautela por China, donde existe la percepción de que India está avanzando en la estrategia de Estados Unidos de limitar la influencia de Beijing en el escenario internacional.
Por su parte, China y Rusia continúan revitalizando la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Al celebrar su 12da. Reunión Cumbre en Beijing se profundizaron las relaciones estratégicas entre las dos potencias y en un claro reto a Washington tuvieron como invitado estrella al presidente iraní Mahmud Ahmadinejad. En la reunión, el invadido Afganistán fue aceptado como observador de la Organización, con lo que la OCS confirma que pretende asumir un rol más protagónico en dos temas claves de la política global de Estados Unidos
Vale destacar que en vísperas de su visita a China, el presidente ruso, Vladímir Putin, publicó un artículo titulado “Rusia y China: nuevos horizontes de cooperación” en el diario chino “Renmin Ribao” donde afirma que la alianza entre Moscú y Pekín se mantiene pese a los intentos de “desdibujar” los principios del derecho internacional. Putin dijo que “Lo más importante es que cualquier político sensato, un experto en el campo de la economía y de las relaciones internacionales hoy en día es consciente de que es imposible formar y poner en práctica una agenda global a espaldas de Rusia y de China, sin tener en cuenta sus intereses. Esa es una realidad geopolítica del siglo XXI”