¿A dónde deberían apuntar los cambios en la PSU?

El ministro Beyer reconoció que el sistema de admisión a la Educación Superior, basado en la rendición de este examen, es insuficiente para evaluar las capacidades de los postulantes. Expertos y estudiantes sostienen que se debe avanzar hacia un modelo que permita conocer las potencialidades de los estudiantes más allá de su origen socioeconómico.

El ministro Beyer reconoció que el sistema de admisión a la Educación Superior, basado en la rendición de este examen, es insuficiente para evaluar las capacidades de los postulantes. Expertos y estudiantes sostienen que se debe avanzar hacia un modelo que permita conocer las potencialidades de los estudiantes más allá de su origen socioeconómico.

A casi diez años de la implementación de la Prueba de Selección Universitaria en reemplazo de la Prueba de Aptitud Académica, las críticas y cuestionamientos hacia el instrumento como elemento principal dentro del sistema de admisión a las universidades vuelven a reinstalarse en una nueva aplicación del examen.

Esta vez fue el propio ministro de Educación, Harald Beyer, el que sostuvo que el sistema “es muy acotado” y se debieran realizar cambios como “incluir en la prueba aspectos que denoten las habilidades cognitivas de los estudiantes, que son tremendamente importantes en predecir el desempeño académico”, según expresó.

Actualmente, el ingreso a una carrera universitaria en los planteles del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), y las adscritas al sistema, depende netamente de la ponderación de las notas de Enseñanza Media (NEM) y el puntaje obtenido en cada una de las pruebas PSU.

Durante la actual aplicación, además, se incluye por primera vez una nueva variable: el ranking de notas. Con ello, los estudiantes más destacados de su generación recibirán una bonificación al NEM. No obstante, la medida implementada por el CRUCH ha sido fuertemente criticada, debido a que mantendría  la lógica de beneficiar a quienes han tenido acceso a mejores establecimientos educacionales.

Aunque no se tiene certeza de las modificaciones que plantearía el Mineduc, el experto de la Fundación Educación 2020, Manuel Sepúlveda, indicó que junto con existir consenso en que la prueba reproduce la desigualdad social del sistema educativo, también lo hay en que “el sistema de ingreso vía PSU se queda corto a la hora de ver cuáles son las verdaderas potencialidades de los alumnos”.

“Es de común acuerdo la idea de modificar el sistema de ingreso a la Educación Superior, a través de distintos cambios que apunten hacia un análisis certero de las verdaderas capacidades de los alumnos, más allá del determinismo que tiene su origen socioeconómico”, detalló Sepúlveda.

Modelos  extranjeros, en los que aparte de rendir un examen de conocimientos básicos, los estudiantes pueden realizar ensayos teóricos o someterse a entrevistas de evaluación podrían ser algunos de los aspectos para diversificar el sistema de admisión en Chile.

Sin embargo, desde Educación 2020 también pusieron el acento en que se debiera avanzar en el desarrollo de cursos de formación antes de especializarse, con el objetivo de que los estudiantes puedan decidir con mayor propiedad acerca de su futuro.

“Un sistema donde la decisión del alumno no sea tan relevante y drástica –por así decirlo- al ingreso. Hoy a los 17 años se exige decidir una carrera universitaria y muchas veces la decisión no es tan clara, hay ciertas áreas de interés. Por eso los países desarrollados con buenos resultados tienen años de bachillerato, college, donde existe una política de formación en áreas determinadas para luego especializarse”, explicó Manuel Sepúlveda.

En la discusión tampoco ha estado ajeno el movimiento estudiantil, quienes han rechazado la PSU “por su carácter regresivo y elitista, que solo detecta el nivel socioeconómico”, exigiendo la creación de mecanismos complementarios de acceso, tal como lo manifiesta el petitorio de la Confech.

En este sentido, el presidente de la FEUC, Diego Vela, agregó que “hay que ser muy responsable en los próximos pasos que demos porque se puede cometer nuevamente el error, como fue con la PSU, de incorporar un nuevo instrumento que genere mayor brecha entre los niveles socioeconómicos y aumenten aún más las desigualdades que está generando el sistema educacional”.

Es por ello que el dirigente propuso cambiar la PSU “por un instrumento que realmente mida predicción, pero que no tenga el sesgo socioeconómico”, así como la incorporación de un “verdadero” ranking de notas -que vaya “desde los criterios de beca a los de criterios de admisión”, y la realización de un propedéutico a nivel nacional.





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