Bajo la dirección de Sebastián Jaña, “Jardín de Reos” revela el desconocido mundo de las relaciones humanas en un espacio donde la libertad es sólo un espejismo y el lenguaje el principal método de resistencia. Representada por primera vez en el Théâtre des Mathurins, en febrero de 1949, bajo la dirección de su autor, el francés Jean Genet, “Severa vigilancia” se convirtió, de inmediato, en una de las obras más reconocidas –y polémicas– del dramaturgo. El texto fue censurado, incluso prohibido en muchos países, por retratar de manera explícita el crimen y la homosexualidad.A  más de 60 años de su estreno, “Severa vigilancia” revive, esta vez, de la mano del dramaturgo Luis Barrales quien, a petición del propio director del montaje –Sebastián Jaña– realizó una reescritura de la obra, re-bautizándola como “Jardín de reos”.

Reseña: Las mujeres de los reos reciben oscuras cartas donde se revelan desconocidos detalles de los crímenes de sus hombres y deciden dejar de visitarlos. El supuesto “autor” de las misivas se refugia en su celda junto a otros dos compañeros que lo protegen. Afuera todos piden su cabeza y el choro más temido de la cana asola sus paredes amenazándolos con matarlos de hambre. Pero dentro hay un choro tal vez mayor, que tiene otros tiempos, un montón de preguntas y otra forma de hacer motines. “Jardín de Reos” busca confrontar al espectador con su propia imagen de la prisión como dispositivo de castigo y reforma, cuestionando las relaciones violentas -pero socialmente aceptadas- que, como chilenos, establecemos con quienes consideramos seres “marginales”. “Explorando el sino trágico desde una mirada contemporánea, en donde el destino de los personajes ya no es manipulado por dioses sino que decretado por las estructuras sociales subyacentes, Jardín de Reos se instala como unametáfora del sistema social estático y determinista de nuestro país y de nuestras relaciones idiosincráticas con la violencia, la marginalidad y el poder.