Estimado director:
El día 24 de abril fue publicado por el Diario El Mercurio el nivel de saturación de la profesión Médico Veterinaria, junto con otras profesiones, que se desprende del análisis del mercado laboral. Sin duda es así cuando existen 32 escuelas de Medicina Veterinaria siendo que en USA hay 28 y en particular en California hay 2, una estatal y una privada, siendo un estado con 38 millones de habitantes. Sin duda que esto refleja de manera notoria la falta de regulación del Estado de Chile en materia de oferta académica y la nula influencia que tienen los colegios profesionales sobre la misma.
Si quisiéramos ahondar más sobre cuáles son las instituciones que están sobre el promedio de empleabilidad (65,8%) en el sitio www.mifuturo.cl se aprecia que la conforman la Universidad Austral de Chile, Universidad de Concepción, Universidad de Chile y Universidad Católica de Temuco, instituciones que pertenecen al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas y a la Asociación de Facultades y Escuelas de Medicina Veterinaria (AFEVET).
A pesar de lo cuestionado del sistema de acreditación, las cuatro instituciones señaladas se encuentran acreditadas por al menos 5 años o más, por lo que la acreditación nacional de las carreras aparece como un indicador importante para el futuro laboral de al menos esta carrera, porque no da lo mismo dónde estudiar esta profesión a la luz de los indicadores señalados por el reportaje. Lamentablemente la explosiva creación de instituciones universitarias ha producido una natural sobreoferta de profesionales en el país. El problema es que detrás de la obtención de un título profesional en carreras sobresaturadas, hay profesionales cuyas aspiraciones se ven frustradas, endeudados y que les impide pagar sus compromisos por las remuneraciones que obtienen. En este contexto, el slogan de aumentar la cobertura en educación superior, como una lógica de movilidad social es, a lo menos, cuestionable y oculta la verdadera razón de su existencia, que es la búsqueda de utilidades bajo la óptica de la oferta de un bien privado de consumo. Este es un problema que merece ser atendido con urgencia, donde el Estado, en colaboración con el Colegio Médico Veterinario de Chile, establezca criterios que ayuden a regular la oferta de egresados de las Universidades, acorde a las necesidades del país. De esta manera se podrán aplicar las acciones necesarias para evitar profundizar en otra arista desatendida de la crisis del sistema de educación superior chileno.
¿Porque no empezar por restringir la apertura de matrículas en Escuelas de Medicina Veterinaria no acreditadas?
Atte.
ASOCIACIÓN DE FACULTADES Y ESCUELAS DE MEDICINA VETERINARIA.
UNIVERSIDAD DE CHILE, Santiago P. Urcelay. Decano
UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE, Rafael A. Burgos. Decano
UNIVERSIDAD DE CONCEPCION, Alejandro Santa María. Decano
UNIVERSIDAD CATOLICA DE TEMUCO, Juan P. Avilés, Director
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.