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Año XVI, 30 de abril de 2024


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Ese triste y vergonzoso Partido Socialista de Chile


Miércoles 2 de octubre 2013 12:24 hrs.


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Estimado Director:

De paso por Santiago en el invierno de 2008, tuve que hacer un esfuerzo para reprimir la náusea que resentí viendo en la televisión las imágenes que mostraban el entierro del Presidente de la Cámara de Diputados de la época, el diputado socialista Bustos, cuyo cuerpo era transportado en una cureña militar. Yo pensé en ese momento que hasta era posible que la misma cureña hubiese servido para transportar el 11 de septiembre las municiones con que los soldados de Pinochet ametrallaban al Presidente y a sus compañeros.

La verdad es que este episodio sirve para ilustrar que en materia de deshonor y de olvido el Partido Socialista ha superado todos los records y no es hoy más que una entelequia al servicio de los intereses bien prosaicos y personales de un grupito de viejos y nuevos oportunistas. Entre los viejos hay que señalar la presencia de todos aquellos que utilizaron el periodo de la dictadura únicamente para prepararse para ocupar los puestos que dejaría libre el término de ella. Ese es el caso de la pequeña fracción de burócratas que instalados en la ex Alemania del Este depuraron la organización con los criterios de unos aparatchiks profesionales. A ellos hay que agregar los militantes del MAPU que reunidos en Europa decidieron, poco tiempo antes de la partida del tirano, entrar en masa al PS porque era allí donde la pesca iba ser más rica. Por último, se sumaron ciertos ex miristas que han demostrado en el curso de los gobiernos de la Concertación tener un apetito tan voraz como los anteriormente nombrados. En cuanto a los nuevos oportunistas ellos no son màs que el fruto de la “escuela de vida” que les ha ofrecido esta institución decadente.

Así, el Partido Socialista de Eugenio Matte y Marmaduke Grove , miembros de la efímera República Socialista de los 30, el Partido Socialista de Salvador Allende y Elmo Catalán, muerto combatiendo en la guerrilla boliviana, ya no existe más. Lo que hoy existe es una banda de usurpadores tales Andrade y Escalona, que hacen declaraciones compungidas con los derechistas de apellido vinoso, o tales Inzunza que después de haber liberado al tirano en Londres pasó a ocupar el Ministerio de Colonias yanqui.

Ramón Barros B.

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