Justicia social: “Su realización debería ser una prioridad para los Estados”

La comisión regional de las Naciones Unidas dedicada a promover el desarrollo económico y social en América Latina organizó la semana pasada una conferencia titulada “El desarrollo ayer y hoy: idea y utopía”. En la jornada, el economista mexicano Rolando Cordera Campos presentó ante un auditorio compuesto por miembros del cuerpo diplomático, académicos y representantes de la sociedad civil su reflexión sobre el papel de los gobiernos para el futuro de la región.

La comisión regional de las Naciones Unidas dedicada a promover el desarrollo económico y social en América Latina organizó la semana pasada una conferencia titulada “El desarrollo ayer y hoy: idea y utopía”. En la jornada, el economista mexicano Rolando Cordera Campos presentó ante un auditorio compuesto por miembros del cuerpo diplomático, académicos y representantes de la sociedad civil su reflexión sobre el papel de los gobiernos para el futuro de la región.

Rolando Cordera Campos, El Profesor Emérito y economista mexicano, participó de la decimotercera Cátedra Raúl Prebisch, en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Santiago.

La charla anual, cuyo objetivo es encarar y desafiar convencionalismos que se consideran dilemas económicos indisolubles. En este marco, el profesor señaló que las antiguas utopías sobre la transformación económica y social de la región ahora son realizables.

“Podemos hoy hablar de utopías no como algo irrealizable, sino de algo que se puede realizar, eso parece una incongruencia, pero es la provocación de utopías realizables”, explicó Cordera.

Rolando Cordera indicó que para que el crecimiento genere un desarrollo, se necesita una nueva visión. Esta racionalidad progresista de “ética pública” debe tomar en cuenta el cuidado y respeto de los derechos humanos en un horizonte de ciudadanía en expansión. Por lo tanto, el desafío del desarrollo futuro en América Latina es doble.

“La región latinoamericana y mi país en particular tienen que elevar su desempeño económico, medido como crecimiento convencionalmente para dar empleo a la gente, y tienen que abordar los retos y reclamos de una sociedad más igualitaria, que combine respetar la democracia, los derechos humanos y cuidar el medio ambiente”, indicó.

El especialista insistió sobre el factor de la macro economía, la que no corresponde a una ideología de desarrollo. Las políticas económicas aseguran la estabilidad de los mercados financieros, pero no promueven la restitución social.

“La justicia social debe tener siempre un componente igualitario en accesos, en oportunidades, pero también en puntos de partida. No se puede pensar en igualar las oportunidades si los puntos de partida son tan desiguales como hoy lo son”.

Rolando Cordera dijo que la justicia social se trata de un derecho ciudadano fundamental. Explicó que “su realización debería ser una prioridad para los Estados” y agregó que el desarrollo, como proceso de cambio social, político y económico, requiere, además, del buen funcionamiento de las instituciones, la reestructuración básica de valores y la actitud de la gente.





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