En la sesión plenaria Nº324 efectuada el 17 de julio de 2014, los Senadores Universitarios aprobaron en forma unánime la propuesta de Política de Equidad e Inclusión Estudiantil emanada de la Comisión de Docencia del Senado. El texto es el resultado de un largo proceso al interior de la Universidad de Chile, cuyo primer antecedente es el Informe sobre Política de Equidad e Inclusión elaborado triestamentalmente donde participaron, entre otros, la Federación de Estudiantes (FECH), la Dirección de Pregrado y la Dirección de Bienestar Estudiantil (DBE). Un segundo hito fue la creación de la oficina de Equidad e Inclusión, unidad ejecutiva de Prorrectoría.
En lo que respecta al Senado, explicó la senadora Scarlett Mac-Ginty, entonces secretaria de la Comisión de Docencia, “es importante mencionar que llegamos a este tema discutiendo el programa de Bachillerato, que abocó largo tiempo a la Comisión, y después de un análisis exhaustivo concluimos que uno de los puntos importantes a considerar en un programa como ese, era el tema de la Equidad e Inclusión. Es así como a fines del año 2013 organizamos un Seminario sobre el tema en la Facultad de Medicina que tuvo una gran convocatoria, tuvimos invitados internacionales que hicieron ponencias muy interesantes y pudimos hacer mesas de discusión triestamentales que fue una de las bases de los insumos para la construcción de esta política”. Este material fue recopilado en el libro “Seminario de Equidad e Inclusión Universitaria”, que será distribuido a todos los participantes y actores involucrados y su versión digital estará disponible para toda la comunidad universitaria.
Entre las experiencias que existen en la Universidad y que fueron integradas a esta Política, está el Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa (SIPEE), y el Modelo de Desarrollo Integral del Estudiante ejecutado principalmente por Pregrado y la DBE.
“Una Política de Equidad e Inclusión, en este contexto, resulta no sólo una necesidad institucional, sino también una acción de apoyo al trabajo realizado por la comunidad universitaria en pro del fortalecimiento de la educación pública, el desarrollo del conocimiento y el aporte al bienestar de la sociedad en general”, introduce el texto de la Política.
Por qué crear una Política de Equidad e Inclusión
La Comisión de Docencia, representada por la senadora Mac-Ginty ante la Plenaria, planteó la interrogante del por qué se debió hacer una política de Equidad e Inclusión, señalando en primer lugar que la desigualdad nacional está reflejada en la Universidad de Chile, donde existen grupos sobre representados y otros, como los estudiantes de colegios municipales vulnerables, no están ingresando a esta Universidad. “Tenemos una responsabilidad de ver cómo esos estudiantes talentosos, exitosos, muy buenos estudiantes, también puedan entrar a nuestra casa de estudios”, señaló Mac-Ginty.
Y agregó que “siempre decimos que esta es la mejor universidad del país, que tenemos un compromiso con el país. Pero también es importante considerar la dimensión de la Equidad y la Inclusión porque es necesaria para poder tener sociedades inclusivas y un círculo virtuoso de la educación y el desarrollo para los otros objetivos de la Universidad”.
A nivel internacional existen numerosas investigaciones y experiencias referidas a equidad, inclusión, diversidad, mérito y calidad en la educación superior, que se tomaron como base para esta Política, y que han aportado evidencias sobre el mejoramiento del aprendizaje y la convivencia social en espacios de interacción de la diversidad.
Esta es, además, concordante con el Estatuto de la Universidad de Chile, que en su artículo 4 reconoce como principios orientadores que guían la misión universitaria, “la Equidad y la valoración al mérito en el ingreso a la Institución, en su promoción y egreso; la formación de personas con sentido ético, cívico y de solidaridad social”.
Qué plantea
En el texto se detallan el contexto y experiencias para la equidad e inclusión en Educación Superior; se definen los fundamentos, principios, disposiciones generales, objetivos y ámbitos de acción; se reglamenta la formación de culturas inclusivas, la gestión y el desarrollo inclusivo, y la institucionalidad.
Entre los principios más importantes, explicó la ex senadora Mac-Ginty, “se encuentran la diversidad, que se refiere a las variedades de las experiencias personales, valores y visiones del mundo derivada de diferentes culturas, circunstancias, experiencias de vida y opciones identitarias, y el concepto de inclusión, lo que es más completo que sólo hablar de integración, porque dentro de la diversidad todos podemos aportar desde nuestra experiencia y así mejorar el conocimiento que podemos hacer entre todos. Creemos que es un mandato ético, político, social e intelectual”, concluyó.
Respecto de la institucionalidad, se mandata a la Universidad a velar por su mantenimiento y fortalecimiento para poder cumplir los objetivos de esta política. En este sentido, todas las instancias que trabajen en pos del cumplimiento de ésta, a nivel central y local, procurarán coordinarse periódicamente, aportando con la información necesaria respecto de programas y acciones en ámbitos de apoyo a los estudiantes.
Por su parte, el Consejo de Evaluación velará por el cumplimiento de estas orientaciones programáticas, procurando su evaluación y la difusión de sus resultados en una constante búsqueda de mejoramiento de los planes de acción.
Fuente: Senado Universitario