Eduardo Gómez Ballesteros es un artista visual español que llegó a nuestro país con Genocide Project, que en español sería Proyecto Genocidio, al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y al Parque por la Paz Villa Grimaldi. La propuesta está ligada a la violencia, memoria y conflictos bélicos.
El proyecto, ha sido desarrollado en los últimos 20 años de carrera de Gómez, quien ha viajado a más de 50 países para dar con en una serie de obras artísticas creadas a partir de documentos, imágenes de archivos de víctimas, de conflictos en diferentes países, y retratos donde han ocurrido los hechos violentos, que el mismo autor captura.
Luego, ese material se reinventa y de ahí aparecen piezas, las cuales nunca serán vistas en el país de origen, ya que para el autor es importante generar conciencia en quienes no estuvieron allí.
Para el artista visual, la violencia que se aprecia no es lo que entendemos formalmente como tal, ya que mediante los retratos busca otorgarle al arte una mirada más analítica.
“Me interesa, me parece que el arte pueda aportar una parte política, en el sentido ético. Parece que hay un imperativo moral que se puede intentar plantear desde el arte, es decir, en vez de jugar con la auto referencia artística, la idea es intentar aportar algo, plantear preguntas, cuestionar, para que al final además de recibir información real, las personas se planteen desde otra mirada, una más crítica tal vez”, indicó.
Son dos obras las que presentará el artista español. Una de ellas en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos que consiste en un vídeo-instalación compuesta por cinco series de piezas, de genocidios en Gulag en la URSS, Hiroshima, el Líbano, Siri Lanka y Camboya, que incluye una banda sonora.
El otro lugar escogido es Villa Grimaldi, donde Se mostrará un video que hizo en el campo de exterminio nazi de Birkenau. La acción va acompañada por un texto hecho y leído por la escritora Cristina Cerrada, lo cual genera una doble realidad, según el autor.
En ambos casos, lo que pretende el artista es trabajar en un espacio propicio para lograr la abstracción.
“Creo que hay final hay dos formas de enfrentar ciertos temas. La primera es sorprender a la gente, incluso provocar. Y hay otra forma que lleva a la reflexión, a la contemplación. Intento que el público entre en un contexto que al final lleva a las personas a una historia personal, y eso lo permite el trabajar en serie, porque el tiempo camba y logra también que el espectador se esfuerce más por distinguir cada pieza”, señaló.
Genocide Proyect se puede ver en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos hasta el 3 de mayo, mientras que en Parque por la Paz Villa Grimaldi estará disponible hasta el 18 de este mes.