El científico británico Stephen Hawking presentó el programa “Breakthrough Initiatives” (“Iniciativas innovadoras”) que buscará señales de vida extraterrestre considerando un millón de estrellas en la Vía Láctea y un centenar de galaxias cercanas.
“En un universo infinito, tiene que haber otros casos de vida. No hay pregunta más importante. Es el momento de comprometerse a encontrar la respuesta”, aseguró Hawking en la Royal Society de Londres.
En este objetivo serán claves los radiotelescopios en Green Bank (Virginia Occidental, EEUU), el Observatorio Parkes en Australia y el telescopio óptico del Observatorio Lick en California.
Martin Rees, astrónomo de la Universidad de Cambridge e integrante de esta iniciativa, destacó que “la búsqueda de vida extraterrestre es la investigación más emocionante en la ciencia del siglo XXI”.
“Pienso que este innovador avance es muy importante porque es un gran paso adelante en nuestra búsqueda de evidencia de vida en el Universo o si estamos solos. Es importante pues ahora podemos usar mejores técnicas y mantener telescopios”, agregó.
Este anuncio llamó la atención del mundo y de la comunidad científica.
José Maza, astrónomo y Premio Nacional de Ciencias 1999, sostuvo que “imagina que van a tomar las estrellas más cercanas a la Tierra que es lo más interesante” y agregó que “encontrar vida en galaxias lejanas, si bien es cierto sería una noticia muy interesante es una empresa muy difícil, porque las galaxias están a millones de años luz de distancia. Sería encontrar una señal que vino viajando millones de años y, si bien podríamos recibir algo, sería raro porque debería tener una potencia enorme para que nuestros radiotelescopios la puedan captar”.
El profesor Maza aseguró que no le extraña que un filántropo excéntrico como este personaje ruso financie algo mediático. Los científicos quizás quieren apoyo para proyectos de ciencia más dura pero a veces ésta no tiene proyección a los medios y no tiene impacto directo en la vida de hoy.
“A lo mejor nos demoramos dos mil años, pero la búsqueda de vida empieza ahora y quizás no termina nunca porque cuando encontremos una vamos a querer buscar otra y seguir aprendiendo de esas señales. Uno lo tiene que ver no en la escala de vida de uno sino la sociedad que va avanzando en su conocimiento”, destacó el académico del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile.
Agregó que también pueden existir otros métodos para responder esta gran pregunta. “Se señala ahora que un planeta que tenga vida va a quedar reflejada en la composición química de la atmósfera. La atmósfera nuestra con un 21 por ciento de oxígeno acusa que está llena de plantas y éstas no se comunican por radio. Pueden haber grandes bosques en algunos planetas con bichos raros que no se están comunicando” comentó Maza.
“Si es necesario lo extenderemos por otros 10 o 20 años”
Yuri Milner aseguró que este proyecto apoyará el programa SETI@home, una plataforma computarizada de la Universidad de California en Berkeley. Ésta permite el aporte de 9 millones de voluntarios a una red mundial que vigilará los cielos.
Consultado por la revista Scientific American, el empresario aseguró que estaba totalmente comprometido con el proyecto y expresó que “si no encontramos algo en 10 años, lo extenderemos por otros 10 más, y luego por otros 20 si es necesario. Seguiremos adelante hasta tener la respuesta”.
En este anuncio también participaron los científicos Frank Drake (uno de los pioneros de la búsqueda de vida inteligente), Geoff Marcy (famoso por descubrir muchos planetas extrapolares) y Pete Worden (ex director de un centro de investigación de la NASA en los Estados Unidos), y Ann Druyan, productora y guionista, que fue esposa del astrónomo Carl Sagan.
Una iniciativa destacada en el área y que coincide días después con un nuevo descubrimiento de la Agencia Espacial de Estados Unidos. La NASA informó de la existencia de un planeta que es considerado el “primo más cercano a la Tierra”.
Se trata de Kepler-452b y es el primer planeta con un tamaño similar a la Tierra (un 60 por ciento más grande) y está ubicado en una zona habitable de una estrella muy similar a nuestro Sol.